Siguiendo la estrategia de su propia hija, la de confesar todos los pecados -los suyos, pero sobre todo los de los demás- en televisión, Thomas Markle (76 años) ha firmado con la versión australiana de “60 minutos” (uno de los formatos informativos más veteranos del mundo, al estilo de nuestro “Informe Semanal”) una entrevista exclusiva cuya promo, emitida el pasado domingo, ha despertado un inusitado nerviosismo en el círculo cercano a los Duques de Sussex, que bastantes frentes abiertos tienen ya.
Por ABC
Hace tres años que padre e hija no se hablan, cuando Meghan descubrió la traición paterna en su plan con unos paparazzi para vender fotos de su boda con el príncipe Harry. Ahora, tras el nacimiento de Lilibet, la hermana de Archie, Thomas pide que le dejen ver a su nieta. Lo hace reconociendo “un estúpido error”, pidiendo perdón por ello, pero también lo hace bajo amenazas.
El programa ha mostrado algunas imágenes de Thomas, quien va soltando perlas para calentar motores: “No, nadie me llamó. Me enteré por la radio”, “Me sentiré muy decepcionado si no consigo tener a mi nieta entre mis brazos”. El entrevistador mete el dedo en la llaga: “¿Cree que ella todavía le quiere?” Pero si el perdón no llega, “será la primera vez que saque a relucir todos los trapos sucios…”. Este domingo, Australia se acostará tras ver una exclusiva con la que amaneceremos en el resto del mundo. No sabemos si a Meghan le quita el sueño.