Era vital para la institución castrense que la guerrilla entregara a los ocho militares que tuvo secuestrados, durante 38 días, desde el 23 de abril, lo que terminó sucediendo el 1 de junio de 2021, después de varias conversaciones y acuerdos. “Las FARC no solicitaron dinero. No hubo ningún pago de dinero. Ellos lo que querían era llegar a un acuerdo, estaban desesperados por hablar, que no se les moleste en el territorio”, relata a Infobae un oficial involucrado en el marco de las negociaciones con la guerrilla.
Por Sebastiana Barráez / infobae.com
“¿Qué cómo justifican el asesinato de los soldados? Ellos no justifican nada, porque asumen que están en una guerra y que al asesinar y secuestrar a quien los enfrentó, en este caso la Fuerza Armada, se estaban defendiendo. ¿Sabes que ellos dicen que los militares fuimos los culpables? Durante todo el conflicto repitieron muchas veces que todo se originó por ambición de unos generales. Tienen un discurso muy rayado, que basan en enfrentar el imperialismo, la oligarquía colombiana y la palabra pueblo y pueblo. Es desesperante oírlos dar argumentos incoherentes y tergiversados. A nosotros nos ganaron porque difundieron sus argumentos”.
“No es verdad que esa batalla la teníamos perdida desde siempre. Yo no te voy a mentir, no tengo por qué. Pudimos haber ganado sin ir a esa guerra y no es un parafraseo de aquello de la capacidad de someter al enemigo sin tener que luchar. ¿Te parece increíble? Pues no, esa batalla la pudimos ganar holgadamente si se hubiese actuado apegado al arte y estrategia de la guerra y no tratando de complacer mezquinos intereses. Y aquí vamos cargando con esa derrota y con consecuencias catastróficas que van más allá que el lesionado orgullo”.
“El primer error fue permitir la presencia de diversas fuerzas militares sin un mando central; todos quieren opinar, aparecieron varios bravucones que entorpecieron la actuación militar. No cumplimos con el elemento esencial de no subestimar al enemigo. Además, había demasiadas órdenes políticas e improvisaciones que superaron la planificación y ejecución de una estrategia militar”.
“¿Deficiencias en el apresto operacional? Si, todo lo que quieras señalar al respecto, es cierto, pero no era suficiente para ese papelazo que hicimos. Fuimos, como Ejército, más eficiente venciendo a ‘enemigos’, como se catalogó a periodistas, organizaciones de derechos humanos y opinadores, que derrotando al verdadero enemigo. Incluso persiguiendo a los compañeros de la Fuerza Armada. Fue un desastre. La FANB no se va a involucrar en esa guerra entre las dos FARC “.
Sobre el Ministro de la Defensa, GJ Vladimir Padrino López, asegura “fue el que se cargó este problema casi solo, aun sin tener él la fuerza de combate, porque si algo sabe es que la victoria se obtiene con recursos y tropas necesarias, con un ejército fuerte y convencido de la guerra que libra; ahí cojeamos. Es muy difícil ganar si tienes al pueblo en contra; en este caso lo teníamos, por lo menos a la mayoría. Aun así, el Ministro fue el que más dio la cara, porque nadie quiere arriesgar nada en un tema tan espinoso como ese de la guerrilla”, finaliza diciendo.
El objetivo
La batalla de Carabobo, ocurrida el 24 de junio de 1821, fue la más importante de la guerra que llevó a la independencia de Venezuela. La celebración del Bicentenario de esa fecha se convirtió en un objetivo central del régimen venezolano para incentivar la moral de la Fuerza Armada, vender eslogan de patriotismo y aceitar los mensajes contra el imperialismo. Lo ocurrido en Apure, entre la FANB y la disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que llevó a la muerte a 20 militares, amargó la feria de celebración montada, que incluye una miniserie, el tradicional desfile, exhibición de equipo militar y variadas actividades, además de la preparación de discursos.
El comandante del Ejército, MG Hernández Lárez, ha estado bastante ocupado con la estrategia, casi netamente publicitaria o propagandística, de reparar el sistema de armas: “Para los incrédulos e indiferentes será cuestión de risas, para los hijos de Chávez y Bolívar es garantía de independencia. ¡Haremos rugir todo el material blindado en Carabobo! No importa su data, porque volverá a la vida”, tiene fijado en su cuenta de Twitter el comandante del Ejército.
Por otra parte, el almirante Remigio Ceballos Ichaso, comandante Estratégico Operacional, se concentra en “la batalla comunicacional por la verdad de la patria”.
Padrino López quien, además de ser el titular castrense, es vicepresidente sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz, asistió con Ceballos y el rector de la Universidad Militar, MG Félix Osorio Guzmán, al Teatro de la Academia Militar del Ejército para la clausura del ciclo literario y cultural de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
El Ministro, quien premió a profesionales militares y cadetes destacados en manifestaciones literarias y culturales, dijo en su discurso: “A Carabobo llegamos hecho un puño de unidad, moral, coraje, y de determinación de ser libres para siempre”, agregando que “hoy, 200 años después, aquí también estamos un puño de patriotas con firmeza ante el acoso de otro imperio mucho más cruel y criminal”.
Con énfasis remató: “Aquí hay una FANB que no la fractura ni la divide nadie, ya que nos une el amor a la Patria y el ferviente deseo de consolidar nuestra independencia para vivir en paz los caminos de libertad”.
¿Misión cumplida?
Con videos, fotos y mensajes, desde las redes sociales relacionadas a la Fuerza Armada, se trata de minimizar lo ocurrido en Apure buscando posicionar éxitos independentistas de hace 200 años, a la vez que se hace enfoca la presencia de la Fuerza Armada en territorio apureño.
Es importante resaltar lo ocurrido en el Salón de Honor GB. Monseñor Hernán Sánchez Porras del Ministerio de la Defensa, donde fueron recibidos, para un homenaje, los ocho militares secuestrados por las disidencias de las FARC al mando de Gentil Duarte.
Fueron presentados como “dignos patriotas secuestrados en el mes de mayo”, cuando en realidad el secuestro ocurrió el 23 de abril en Apure; ese mismo día fueron asesinados ocho militares cuyos cuerpos permanecieron tirados en la sabana hasta que las FARC permitió que un sacerdote con un grupo entrara a llevarse los cuerpos que ya estaban descompuestos.
Padrino dijo en el momento del homenaje a los militares liberados por las FARC: “Ustedes son soldados que, jurando lealtad al legado de nuestro padre Libertador, al Comandante Hugo Chávez y a la Patria, se fueron con su fusil a decirle a esos criminales que pretenden subvertir el orden interno: ¡Venezuela se respeta!”.
Agregó que “son ocho héroes venezolanos, probados en combate, que tendrán mucho que decirles a sus compañeros, subalternos y superiores sobre sus experiencias en la defensa del bien más preciado: la patria y su independencia”.
Aunque el Ministro de la Defensa insista en que la misión fue cumplida y pidió vítores para los liberados, no puede ocultar que la Fuerza Armada tuvo que replegarse, como exigencia de las FARC, para que los soldados fueran liberados.