El Líbano continúa sumido en una profunda crisis económica que pronostica el desastre industrial y agrícola de la nación
lapatilla.com
La crisis económica, política y social permanece cerniéndose sobre el Líbano. El país, azotado por el hundimiento de la economía, el agotamiento del sistema político, las consecuencias de la guerra de la vecina Siria y de la crisis del coronavirus, trata de mantenerse a flote en un contexto poco esperanzador.
Reseña Atalayar que el pasado abril, el aumento del precio de la gasolina en 100 dólares produjo el gran descontento social. Los habitantes decidieron salir a las calles para protestar contra un sistema que sigue siendo insostenible. Como consecuencia del plan de reducciones lanzado por el Gobierno, los productos básicos han visto aumentar sus precios y las graves crisis eléctricas han mantenido al país sumido en la oscuridad durante largos periodos de tiempo.
En los últimos días, las largas colas de los habitantes esperando fuera de las estaciones de servicio han continuado protagonizando la escena del Líbano, que sigue presenciando la escasez de medicamentos y otros productos básicos. En esta línea, plataformas de diferentes redes sociales han difundido que el precio del petróleo “podría estar llegando a LBP 140.000 ($ 93) según el tipo de cambio del dólar en el mercado negro y el precio de los barriles de petróleo en este momento”.
El jefe del sindicato de trabajadores y usuarios de las empresas de combustibles, Wali Dib, advirtió que “el sector del petróleo y el gas se acerca al colapso la próxima semana cuando se espera que se agoten las reservas de las empresas”. Del mismo modo, Wali Dib criticó a la gestión política tras afirmar que “los responsables de la crisis no toman decisiones para poner fin a esta situación”.
El precio de la gasolina regular se vende en LBP 2.045 equivalente a USD1,34 por litro.
La escasez del crudo esta última semana ha provocado el cierre de diversas estaciones de servicio y ha atemorizado a la población ante una más que posible vuelta al racionamiento y a la insuficiencia de los recursos. Así, el sindicato de propietarios de gasolineros ha instado al Gobierno y al Banco del Líbano (BDL) a, “anunciar claramente sus políticas en este sector y ser francos con nosotros y la gente sobre lo que realmente quieren hacer”.
Las empresas importadoras de petróleo ya han pedido cancelar los subsidios de gasolina en medio de las transferencias de racionamiento del BDL que han reducido el número mensual de barcos generadores de electricidad de cuatro a uno.