Los carros no paran de llegar. De algunos se bajan quienes entregan en donación comida, medicamentos o insumos médicos. Mientras que de otros son voluntarios del sector salud que asisten a los enfermos con síntomas Covid-19 en la Casa Hogar San Vicente de Paúl.
Por Dayrí Blanco / El Carabobeño
La alarma persiste. La tarde de este martes 15 de junio se confirmó la quinta muerte asociada a la Covid-19. Se trata de Sergina Ríos Martínez, una residente que había sido trasladada el domingo al Hospital Rafael González Plaza, de Naguanagua, junto a otros dos ancianos, una vez examinados en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de La Cidra.
En el ancianato, el ambiente sigue siendo de incertidumbre y preocupación. Cinco de las 10 religiosas que se encargan de la atención de quienes ahí viven, están en cama con síntomas de coronavirus, mientras que una de ellas, Sor Carmen Prada, murió el jueves 10 de junio, tras tener PCR positiva.
Ante ese déficit de personal, los gremios de la salud se han solidarizado y en estos momentos hay dos enfermeras que están como voluntarias en el lugar. Además, una comisión del Colegio de Enfermería de Carabobo, liderada por su presiente Julio García, acudió este miércoles para apoyar en labores de higiene y asistencia a los pacientes.
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