El Reino Unido y EE.UU. han acordado suspender durante cinco años los “aranceles de represalia” impuestos durante la larga disputa comercial por las ayudas al fabricante aviones estadounidense Boeing y su rival europeo Airbus, informó este jueves el Ministerio de Comercio Internacional británico.
El “histórico acuerdo” desescala un conflicto que comenzó hace 17 años en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC) entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE), en la que el Reino Unido estuvo integrado hasta el pasado 1 de enero.
Washington y Bruselas anunciaron asimismo hace dos días una tregua de cinco años en uno de los desacuerdos más largos de la historia de la OMC, que se había recrudecido en 2019 después de que el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, impusiera nuevas tasas sobre productos europeos.
La suspensión de los aranceles beneficiará en el Reino Unido a sectores como la industria de whisky escocés, la lana de cachemira y fabricantes de maquinaria, subrayó en un comunicado el Ministerio de Comercio Internacional.
Londres y Washington han acordado además estrechar la cooperación en cuanto a investigación y desarrollo en el sector aeroespacial civil.
Se han mostrado también de acuerdo en la necesidad de contrarrestar las “prácticas comerciales injustas” por parte de países con “economías no regidas por el mercado”, una descripción con la que la administración estadounidense suele referirse a China.
“Este acuerdo va a respaldar puestos de trabajo en todo el país y es una fantástica noticia para grandes empleadores como los sectores aeroespacial y del whisky escocés”, afirmó la ministra británica de Comercio Internacional, Liz Truss.
Tras reunirse en Londres con la representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, Truss afirmó que el Reino Unido tomó la “decisión de desescalar la disputa al inicio del año”, cuando se convirtió “en una nación comercial soberana”.
Esa soberanía comercial resultó “crucial para salir del callejón sin salida” en el que estaban las negociaciones, aseguró, y “volver a traer a Estados Unidos a la mesa”.
EFE