Una linda y a la vez triste historia de amor fue dada a conocer hace un par de días en la estación local NBC 4 de Nueva York, protagonizada por una pareja que, a pesar de las dificultades vividas por cuestiones de salud, han demostrado que nada ni nadie puede poner obstáculos en el corazón.
Por: Diario NY
Fue en 2018 cuando a un hombre de 56 años llamado Peter Marshall le fue diagnosticado Alzheimer de inicio precoz.
Las primeras señales de alarma de este problema de salud en Peter aparecieron a finales de 2017 cuando comenzó a tener dificultades para describir algunas instrucciones, como por ejemplo el camino para llegar a su casa o no encontrar las palabras precisas para describir determinados objetos.
Una década atrás, en un viaje a Harrisburg, Pensilvania, estando ya divorciado, Marshall conoció a una mujer llamada Lisa, con la cual inició una relación de pareja y a los pocos meses, se mudaron a vivir juntos a Connecticut para luego contraer matrimonio. Peter trabajó en una empresa financiera mientras Lisa se dedicó a la publicidad radial.
“Nos habíamos puesto como meta jubilarnos en 10 años, pero el diagnóstico de Peter llegó cuando ambos estábamos en el pico más alto de nuestras carreras profesionales y él tuvo que dejar de trabajar y yo también para poder cuidarlo”, publicó Lisa en Facebook.
A principios de este año, Peter y Lisa se encontraban viendo televisión y en ella trasmitieron la escena de una boda. En ese momento, el hombre volteó a ver a la mujer que lo acompañaba y le dijo: “Hagámoslo”.
Sorprendida, Lisa le preguntó que qué quería hacer, y Peter le preguntó si quería casarse con él, con una sonrisa de oreja a oreja, demostrando así que no recordaba nada de su matrimonio celebrado hace 12 años pero demostrando que amaba a su mujer igual que la primera vez que la vio.
Pese a la situación, Lisa dijo sentirse muy feliz y emocionada de volver a casarse con el amor de su vida, así que de inmediato le pidió ayuda a su hija Sarah, quien es wedding planner, para que le ayudara con los preparativos.
Lo increíble de todo es que los proveedores de servicio, al enterarse de la historia de amor de Peter y Lisa, decidieron donar todo su trabajo, desde fotografía, pastelería, hasta el local en donde se llevó a cabo la fiesta.
La pareja renovó sus votos matrimoniales el pasado mes de abril, rodeada de familiares y amigos cercanos.