Mateusz Morawiecki: New Deal Polaco

Mateusz Morawiecki: New Deal Polaco

Polonia aprovecha el tiempo pospandemia para tal transformación del sistema económico-social para que sea más resistente a otras crisis, más justo, que nos deje entrar en una nueva etapa de desarrollo. 

Vivimos en tiempos asombrosos. Los últimos diez meses pasaron bajo el signo de preocupaciones la salud y la vida, como también el temor relacionado al futuro. Muchos polacos se estaban preguntando no solo si lograrán evitar el contagio del coronavirus, sino también si seguirán teniendo sus trabajos, si sus familias van a tener garantizada la seguridad financiera y si sus hijos no tendrán que abandonar la esperanza de un mejor futuro.





La pandemia del coronavirus realmente pudo regresarnos en el desarrollo a los años 90. Basta con ver los fatales datos económicos de algunos países –también en Europa– para ver que las perspectivas sombrías no era solo una fantasía de una película catastrófica. Sin embargo, no pasó eso y fue porque hoy, a diferencia de los años 90, los polacos pudieron contar con un Estado implicándose activamente en organizar ayuda a todos los que la necesitaban. El apoyo sin precedentes en el marco de Escudo Anticrisis nos permitieron frenar fatales consecuencias de la crisis ocasionada por la COVID-19 y parar la disminución del PIB del año 2020 en un nivel menor de 3%, lo que fue el tercer mejor resultado en Europa y entre el grupo de los países grandes de más de 10 millones de habitantes no teníamos competencia. El éxito aún más grande es mantener el paro en el nivel alrededor de 3% –aquí sí ya tenemos totalmente el mejor resultado en la Unión Europea.

Los siguientes datos solo demuestran que la economía polaca en las circunstancias de la crisis está verdaderamente bien. Más de 110 mil millones PLN de exportación en el marzo de 2021 es un récord de todos los tiempos. En mayo el índice PMI sobrepaso el nivel de 57 puntos y eso también es el mejor resultado en la historia de las mediciones. Un par de meses antes la Comisión Europea apuntaba a Polonia como uno de apenas cuatro países de la Unión Europea, tanto a corto como a largo plazo, tiene asegurada la estabilidad de las finanzas públicas. En tal situación solo se puede cometer un error –constatar que las cosas van en buen rumbo y dejar de actuar.

Crisis –¿oportunidad o catástrofe?

Crisis de la que no se van a sacar conclusiones es una catástrofe. Pero una crisis correctamente leído y entendido no solo es una oportunidad, sino es un acelerador de cambio –así en dos palabras se puede resumir la idea base de Deal Polaco [Polski ?ad, Trato Polaco].

La excepcionalidad de la crisis de hoy consiste en que en vano sería buscar soluciones a ella en manuales. No importa si vamos a buscar en Hayek o Lasalle, ninguna teoría de la crisis económica previó la situación en la que de un día para otro tiene lugar la parálisis de actividad económica y social en casi todo el mundo.

Frente a la crisis de la COVID-19 tenemos que actuar como los médicos contra el mismo coronavirus. No tenemos un medicamento concreto, pero la experiencia dicta curar los síntomas. Mientras la experiencia histórica nos enseña que la respuesta a una crisis tiene que ser una mayor actividad del Estado, porque una crisis, cualquiera que fuera, tiene que ser administrada, no dejada sola.

En 1933 el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt anunció New Deal –respuesta a la Gran Depresión, programa de reformas que consistía en activar la economía, avivar el comercio exterior y enormes inversiones públicas –se construyeron 120 mil edificios públicos y 77 mil puentes. En la siguiente década los Estados Unidos fueron envueltos en una red de autopistas. Ese es el escenario inspiracional para Polonia.

Deal Polaco, o sea una nueva calidad 

Los objetivos de Deal Polaco tratan no solo de reconstrucción posterior a la pandemia, sino también la revisión del sistema económico-social polaco de tal forma para que sea más resistente en otros momentos de crisis, más justo y, al mismo tiempo, que ayude a Polonia entrar en una nueva etapa de desarrollo. 

El diagnóstico de los problemas pandémicos tuvo que empezar por el estado del sistema sanitario. La COVID-19 puso al. Borde de derrota los sistemas sanitarios de todos los países, incluso de los más ricos. No fue diferente en Polonia. Si no fuera por la decidida política de restricciones y construcción del sistema de hospitales temporales a velocidad extraordinaria, también nuestro país sufriría una catástrofe epidémica. Es incluso difícil imaginarse su escala y caos que podría tener lugar si antes no hubiéramos realizado en gran medida la digitalización del sistema sanitario.

Durante los últimos 5 años los gastos sanitarios públicos sobrepasaron el nivel de 100 mil millones PLN y, a pesar de ello, su calidad está lejos de los estándares esperados por los polacos. Es una clara señal de que el sistema de financiación de la asistencia sanitaria con cuál nos enfrentamos ha alcanzado su máximo. Es el tiempo de acabar con la filosofía de reorganización. Si queremos hacer un salto de calidad que elevará Polonia al nivel del Occidente, tenemos que rápidamente acelerar la marcha cuyo fin es destinar 7% del PIB para la sanidad.

Paradoja polaca de impuestos

Eso significa el cambio del modelo de la financiación del sistema sanitario, por lo tanto el cambio del sistema fiscal. Hasta ahora Polonia era el único país en el que una parte de cotizaciones al seguro de enfermedad se podía deducir del impuesto. La construcción de todo el sistema hacía que los que más ganan, tenían relativamente la posibilidad más fácil de optimización fiscal. Aunque el sistema fiscal polaco nominalmente es progresivo, de facto se convirtió en un sistema regresivo. Las personas con menor ingreso pagan impuestos proporcionalmente mayores que las personas de ingresos mayores.

El des-orden fiscal golpeaba no solo en el sentido de justicia e impedía la creación de una consciencia social. Sobre todo fomentaba exacerbar las desigualdades y en la situación de crisis dichos fenómenos se volvieron más fuertes.

La crisis es como una gran ola en el mar. Mueve los barcos enormes, pero a los pequeños los peligra de naufragio. Los estudios más recientes demuestran claramente que el año pandémico de 2020 agravó las desigualdades de renta. Los más ricos ganaron, independientemente de la crisis, mientras los más pobres perdieron precisamente por las circunstancias difíciles.

Rumbo a Polonia realmente solidaria

Deal Polaco aborda esos desafíos, porque nace del espíritu de una auténtica solidaridad a la que hay que entender en sentido amplio. Es solidaridad en dimensión horizontal, por lo tanto una preocupación por justicia social, nivelación de desigualdades de la renta, apoyo a las personas que ganan menos. En este plano hemos propuesto el mínimo exento de impuesto de nivel de 30 mil PLN, por lo tanto en el nivel comparable con el de países occidentales –más alto que en Francia, comparable con Dinamarca. Pero en Deal Polaco se trata también de la solidaridad en la dimensión vertical que podría llamarse una solidaridad intergeneracional. Por un lado es un giro hacia el pasado, apoyo material para las personas de tercera edad en forma de jubilación sin impuestos, giro hacia los valores, sin los que es difícil imaginarse las futuras generaciones, creación de fundamentos para el desarrollo que permitirán a nuestros hijos ganar mejor y trabajar en unas mejores condiciones y, last but not least, vivir en el medio ambiente en el que se podrá respirar un aire limpio y no leer sobre él como algo racionado, solo para los elegidos.

Principios de los años 20 del s. XXI es un momento de suma importancia para Polonia. Estamos a las puertas de unos cambios en la civilización a una escala sin precedentes. La historia hizo que los cambios anteriores pudiéramos observarlos solo como espectadores. Ahora tenemos la oportunidad de ser los principales actores de estos cambios. El guion ya está listo. Ahora solo basta con que juntos realicemos el Deal Polaco. Vamos a procurar su aceptación más amplia, porque solo entonces estrategias de ese tipo pueden considerarse exitosas.

Mateusz Morawiecki es el primer ministro de la República de Polonia

Texto publicado simultáneamente con la revista mensual de opinión Wszystko Co Najwa?niejsze [Lo Más Importante] en el marco del proyecto realizado con el Instituto de Memoria Nacional y el Banco Nacional de Polonia, Narodowy Bank Polski (NBP)