Richard Blanco: Hoy cumplo dos años refugiado en Argentina

Richard Blanco: Hoy cumplo dos años refugiado en Argentina

 

Luego del allanamiento y posterior auto de detención e inhabilitación para ejercer cargos públicos, dictados por la ILEGAL Asamblea Nacional ,dirigida por la corporación criminal que gobierna Venezuela; decidí buscar refugio en Buenos Aires.

Llegué el 25 de junio del 2019. Bajo el gobierno del Presidente Mauricio Macri. No sabía cuánto tiempo estaría acá, era lo que más me preocupaba; estar fuera de mi patria.

Pero, a las horas de haberme instalado para pasar la noche, hablé un largo rato con mi madre Hilda.

El día 26 de junio a unas pocas horas, una llamada de Venezuela, en la madrugada me dejo sin aliento: mi madre había fallecido. Me partió el alma, pero sé que tenía que seguir adelante. No podía ir a su entierro. Recordé a tantos hermanos venezolanos en el exilio, que han tenido y siguen pasando por este terrible dolor. Debía seguir.

Aquí , algunas fotos de mis actividades para alzar mi voz humilde pero patriótica , pidiendo ayuda para que liberemos a Venezuela ?? ,de los delincuentes que aún usurpan el poder.

Donde pueda asistir pediré ayuda mientras dure mi estadía en este país; que me abrió sus puertas.

Hace falta una verdadera conducción política en la oposición de mi país. De eso no tengo la menor duda. Donde estén los mejores. Con ética, moral y estrategia para conquistar la Libertad y Democracia secuestrada.

Gracias venezolanos. En especial a mi familia, a mis hijo y hermanos. A mis compañeros de ABP. Agradecido a los Argentinos por su apoyo.

Me comprometo cómo lo hacía en las calles de Caracas a seguir combatiendo, como hasta hoy , lo hago día tras día.

Seremos libres y espero retornar pronto.

Insisto,que la salida no es con elecciones irritas, ni con diálogos con delincuentes. No más oxígeno, ni alacranes. Más transparencia. La patria es de todos.

Seguiré luchando. Creo que debemos solicitar ayuda internacional. Por eso apuesto a los tratados internacionales (TIAR,R2P) etc.,  a la corte penal internacional, donde tengo cifradas esperanzas.

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