Antes de concederle el rescate de 53 millones de euros, el Gobierno preguntó a Plus Ultra por la quiebra de Air Madrid en 2007 y por el préstamo participativo del banco panameño Panacorp Casa de Valores recibido en 2017. El Ejecutivo era consciente de que estos dos acontecimientos podían marcar la viabilidad futura de la aerolínea.
Beatriz Triguero – Marina Alías // VOZPÓPULI
Por un lado, porque los fundadores de la aerolínea estuvieron antes al frente de Air Madrid y, sin embargo, esta aerolínea acabó quebrando a los tres años, dejando en tierra a decenas de miles de pasajeros que querían viajar a sus países en Sudamérica en la Navidad de 2006. Estos mismos gestores, junto a varios empresarios venezolanos, ‘pilotan’ ahora Plus Ultra.
Por otro, porque Plus Ultra estuvo a punto de caer en causa de disolución en 2017 y se salvó de esta situación gracias al préstamo participativo del citado banco panameño, que ha resultado tener vínculos con los empresarios venezolanos que están detrás de la aerolínea. Entre ellos, el magnate Camilo Ibrahim Issa.
Consciente de ambos sucesos, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), encargada de gestionar los rescates a empresas estratégicas, pidió a la compañía aérea que aclarara “las implicaciones de la liquidación de Air Madrid y su efecto asociado sobre Plus Ultra teniendo en cuenta que sus promotores parecen ser los mismos”, según consta en un escrito al que ha tenido acceso Vozpópuli.
En este documento de petición de aclaraciones, enviado el 20 de octubre de 2020, la entidad dependiente del Ministerio de Hacienda también reclamó a Plus Ultra el documento de contrato del préstamo participativo con Panacorp firmado en 2017.
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