Las búsquedas se reiniciaron este lunes en la ciudad costera de Atami, en el centro de Japón, golpeada el sábado por un gigantesco deslizamiento de tierra, en medio de la incertidumbre sobre la situación de decenas de personas cuyo paradero se desconoce.
Hasta el momento se confirmó la muerte de tres personas, pero se trata de un saldo provisorio.
Una veintena de personas fueron declaradas como desaparecidas, pero los responsables locales aún intentan determinar el paradero de otras decenas de personas que habrían estado en el sector en el momento del desastre.
“Hemos confirmado que 102 personas están sanas y salvas, mientras que continuamos verificando la seguridad de otras 113 personas entre los 215 residentes que al parecer se encontraban en la zona golpeada por el deslizamiento de tierra”, declaró este lunes a la AFP Yuki Sugiyama, una autoridad local.
El alcalde de Atami, Sakae Saito, dijo la noche del domingo en conferencia de prensa que la veintena de personas declaradas como desaparecidas era “una cifra basada en informaciones recibidas en un estadio inicial de la catástrofe”, y por lo tanto susceptible de aumentar.
Alrededor de 130 casas y otras edificaciones fueron destruidas o dañadas por el alud que arrasó este sábado una zona residencial de Atami, donde dejó un escenario de desolación.
Atami, un balneario al lado de una montaña a unos 90 km al suroeste de Tokio, recibió entre viernes y sábado 313 mm de lluvia en 48 horas, más que el acostumbrado promedio de 242 mm para todo el mes de julio.
Las fuertes precipitaciones deben continuar el lunes en el departamento de Shizuoka, donde está Atami, según la agencia meteorológica japonesa, que advirtió de la posibilidad de nuevos deslizamientos.
AFP