Este fin de semana tuve la oportunidad de encontrarme con vecinos y dirigentes vecinales de la comunidad “12 de Octubre”, en la parroquia Tocuyito del municipio Libertador (Carabobo). Gracias al compañero Juan Veliz, Secretario Municipal de Profesionales y Técnicos y al Comité Local de AD en ese sector se efectuó, cumpliendo con las normas de bioseguridad correspondiente y en un lugar lo suficientemente ventilado, un encuentro que sirvió para trasmitir un mensaje de esperanza y lucha en favor de la causa democrática.
Allí pude escuchar tres testimonios que reflejan el estado de ánimo del conjunto de los libertadorenses, una enfermera me relató que su papá, militante convencido de la “Revolución” de toda la vida, tuvo un grave problema de salud que lo llevó a su lamentable fallecimiento y, en el momento en que más necesitó de un sistema público de salud eficiente y al ser ella testigo de la forma tan deplorable de la atención, juró “más nunca votar por esa gente”.
Asimismo, una joven abogada contó que trabajó con algunos sindicatos asociados al oficialismo y pudo constatar como el abuso de poder se apoderó del sistema de justicia. De como el dinero puede comprar sentencias y decisiones y abandonar a su suerte a las víctimas. También pude escuchar a una vecina, miembro del Consejo Comunal, que fue testigo de como la gente de la tercera edad era dejada atrás y “los vivos con dólares” pasan de primeros en las colas en el CDI de Libertador donde funcionó el lento proceso de vacunación contra el coronavirus. Ella reclamó y la respuesta fue la amenaza de no continuar vacunando.
El común denominador entre los asistentes fue el haber creído en algún momento en las promesas del oficialismo pero luego haber sufrido, en carne propia, la desilusión, el desengaño y hasta el miedo que provoca la lógica autocrática de quienes hoy gobiernan Venezuela, Carabobo y Libertador se convencieron de la necesidad de un cambio político. Para todos los asistentes, así me lo hicieron saber, la única alternativa disponible ahora es respaldar el Acuerdo de Salvación Nacional propuesto por la Asamblea Nacional electa en 2015.
Pude trasmitir a los vecinos que el respaldo al Acuerdo de Salvación Nacional y el que finalmente sea aprobado debe ser una tarea de cada venezolano, de cada vecino, porque “no importa de dónde venimos sino para a dónde vamos”. Que la unión entre todos los venezolanos nos debe permitir lograr la entrada de vacunas certificadas por la Organización Mundial de la Salud y también permitirnos contar con condiciones electorales adecuadas para que los ciudadanos puedan elegir a sus gobernantes y representantes de acuerdo a su voluntad en elecciones libres y justas.
El compromiso cívico que encontré en el “12 de Octubre” lo seguiremos constatando en cada comunidad. Los ciudadanos aspiran a un cambio democrático y ser protagonistas de la nueva Venezuela que todos, sin excepción, debemos construir. El momento para unirnos, sin rencores y mirando hacia el futuro, es ahora. Para luego es tarde.
Julio Castellanos / [email protected] / @rockypolitica