Las autoridades niponas continúan este martes con la búsqueda de una treintena de desaparecidos tras las lluvias torrenciales que causaron graves daños en el centro y el oeste de Japón, que han dejado un número provisional de cinco fallecidos.
Las tareas de búsqueda y rescate se concentraron en el municipio de Atami (sudoeste de Tokio), donde un alud de barro desencadenado por las fuertes lluvias el pasado sábado se llevó por delante numerosos edificios y dañó hasta 130 viviendas.
Unos 1.100 efectivos de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército), bomberos y policías participaron este martes en esas labores, cuando se ha cumplido el plazo de 72 horas considerado clave para encontrar a supervivientes entre los escombros y otros restos barridos por la avalancha.
Las autoridades han confirmado, por el momento, el hallazgo de cinco víctimas mortales, mientras se continúa buscando a 29 personas en paradero desconocido desde el desastre natural, que también mantiene evacuadas a cerca de 600 personas, según datos recopilados por la cadena estatal NHK.
Atami fue una de las localidades más castigadas por las precipitaciones torrenciales récord que afectaron el pasado fin de semana al archipiélago japonés, que se encuentra inmerso en su temporada estival de lluvias.
Además de los destrozos en esa localidad, las lluvias dejaron inundaciones en diferentes puntos del centro y el sudoeste de Japón que causaron daños en numerosas viviendas, bloquearon carreteras, provocaron interrupciones en el suministro eléctrico y llevaron a la evacuación de miles de personas.
La Agencia Meteorológica de Japón alertó del riesgo de que continúen las fuertes lluvias en el centro del país durante esta semana, y señaló también que todavía hay peligro de desprendimientos y desplazamientos de tierra en las zonas afectadas, lo que podría dificultar las tareas de búsqueda y salvamento.
EFE