“Es inquietante que Irán haya escogido una escalada”, declaró el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. “Continuamos llamando a Irán a poner fin a sus provocaciones”, dijo.
Por su parte, los países europeos expresaron su “grave preocupación” el martes después de que Irán anunciara que incrementará el grado de enriquecimiento del uranio, afirmando que esto socava las negociaciones de Viena, destinadas a reimpulsar el acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear iraní.
“Con sus últimos pasos, Irán está amenazando un resultado exitoso de las conversaciones de Viena, a pesar de los progresos logrados en las seis rondas de negociaciones hasta la fecha”, indicaron los ministerios de Relaciones Exteriores de Francia, Reino Unido y Alemania en un comunicado conjunto.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) indicó poco antes que Irán tiene la intención de “producir uranio metal con una tasa de enriquecimiento del 20%”.
Teherán, que dejó de cumplir progresivamente sus compromisos tras la retirada de Estados Unidos del pacto en 2018, inició en febrero la producción de uranio metal con fines de investigación, un tema delicado ya que este elemento puede usarse para fabricar armas nucleares.
Irán quiere pasar ahora a un nivel superior de enriquecimiento, “un proceso de varias fases” que tendrá lugar en su fábrica de Isfahán (centro), según la declaración del OIEA enviada a la AFP. Su objetivo es “fabricar combustible” para alimentar el reactor de investigación de Teherán.
“Irán no tiene ninguna necesidad civil creíble de continuar sus actividades de producción o de I+D de uranio metal, que constituyen una etapa clave en el desarrollo de una arma nuclear”, estiman los europeos en el comunicado.
El director general de este organismo de la ONU, Rafael Grossi, informó a los países miembros de esta novedad, que llega en un contexto complicado.
Las negociaciones de Viena, que comenzaron en abril, se encuentran en punto muerto y, según un diplomático europeo consultado por la AFP, “no se reanudarán esta semana”.
Estas discusiones buscan que Estados Unidos vuelva al acuerdo cerrado en 2015 en la capital austríaca y se producen semanas antes de la llegada al cargo del nuevo presidente iraní, Ebrahim Raisi, en agosto.
El pacto permitía a Irán un alivio de las sanciones occidentales y de la ONU a cambio de que se comprometiera a no fabricar una bomba atómica y a reducir su programa nuclear.
Pero la decisión del expresidente de Estados Unidos Donald Trump de retirar a su país y de reimponer sanciones socavó el plan. Teherán renunció a continuación a la mayoría de sus compromisos.
Con información de AFP