CTU Security LLC, una firma anónima creada el 21 de marzo de 2008 en Florida, se acaba de convertir en la piedra angular de las investigaciones sobre el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse.
Por eltiempo.com
Tal como lo anticipó EL TIEMPO, ya hay evidencia de que a través de esa firma, con filial en Colombia, fueron contactados y reclutados los exmilitares que terminaron involucrados en el magnicidio. Además, se estableció el nexo directo con el médico Christian Emmanuel Sanon, arrestado este fin de semana, señalado de ser uno de los autores intelectuales del crimen.
El director general de la Policía Nacional de Haití, Léon Charles, reveló el fin de semana que el médico capturado (de 63 años) entró a Haití a bordo de un avión privado, “con objetivos políticos” y “se había puesto en contacto con una empresa de investigación para reclutar a los mercenarios”.
De hecho, hay evidencia de que en el avión privado, que aterrizó a principios de junio, lo acompañaban algunos de los mercenarios que inicialmente debían velar por su seguridad y la de su empresa: “La misión cambió cuando a uno de los atacantes se le presentó una orden judicial para traer al presidente”.
“La operación se planificó a partir de este mandato. Christian Emmanuel Sanon estuvo en contacto con una empresa venezolana especializada en seguridad, con sede en Estados Unidos“, señaló el oficial.
La tarjeta de crédito
Y aunque Charles se cuidó de no dar el nombre de la empresa, la mañana de este lunes, el director de la policía de Colombia, general Jorge Luis Vargas, confirmó que se trata de CTU.
El alto oficial dijo que hay comunicaciones entre esa empresa y dos de los colombianos involucrados: Germán Alejandro Rivera García y Duberney Capador, de 40 años.
Además, ya se sabe que con una misma tarjeta de crédito (de Estados Unidos), vinculada a esa empresa, se compraron al menos 19 tiquetes que usaron exmilitares para moverse .
Familiares de Capador, sin embargo, niegan que él fuera el reclutador.
El venezolano
En documentos oficiales, la cabeza de esa empresa es Antonio Itriago, ciudadano venezolano.
Y en sus actas, en poder de EL TIEMPO, aparecen otros nombres que el FBI verifica si son de tramitadores o sus socios.
Itriago, quien está siendo buscado, aparece en su perfil como empresario independiente. Y la oficina en Doral permanece cerrada.
En Colombia, mientras tanto, se busca a la cabeza de su filial. Según el general Vargas, la firma tiene sedes en varios países, incluido Haití y Emiratos Árabes.
