Si bien en marzo de 2020 el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, decidieron abandonar sus deberes dentro de la familia real británica y comenzar una nueva vida en América, tal parece que no quieren que su hija, Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, quien nació el 4 de junio, sea excluida.
Por Quién
El periodista experto en realeza, Richard Eden, aseguró que una de sus fuentes confiables le dijo que el príncipe Harry dejó muy claro -durante su visita a Inglaterra para la develación de la estatua en honor a su madre, Lady Di, el pasado 1 de julio- que él y Meghan quieren que su hija sea bautizada en Windsor, en presencia de la reina Isabel II.
“Harry les dijo a varias personas que querían que Lili fuera bautizada en Windsor, al igual que su hermano” y que “están felices de esperar hasta que las circunstancias lo permitan”.
Este supuesto deseo sorprendió a varios ya que no se esperaba que los duques de Sussex quisieran continuar estas tradiciones de la realeza tras el Megxit, sin embargo, parece que su interés tiene que ver más con asegurarle a Lilibet su lugar dentro de la familia real.
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