El príncipe Harry y Meghan Markle dieron la bienvenida a su segunda hija Lilibet el pasado 4 de junio, por lo que todavía se encuentran de baja por paternidad. Desde que abandonaran el Reino Unido y se trasladaran a California para empezar una nueva vida, sus apariciones han sido mínimas ya que gozan de máxima privacidad en la zona residencial de Montecito. Por ello, y según informa Hello!, los duques de Sussex pasarán la mayor parte del verano disfrutando de la calma que la costa oeste de Estados Unidos les está ofreciendo. Uno de sus pasatiempos preferidos es pasear en bicicleta y pasar tiempo al aire libre en la playa junto a sus mascotas, tal y como el propio Harry confesó en su entrevista con Oprah Winfrey, por lo que en estas semanas podrán realizar este tipo de actividades en familia.
Es todavía muy pronto para que la pareja realice largos viajes con los pequeños de la casa, además de las estrictas restricciones de movilidad por el coronavirus vigentes, por lo que pasar el verano disfrutando de la costa y el cálido clima de California es una de las mejores opciones. Además, están centrados en el cuidado de sus hijos; Archie de dos años y la pequeña Lilibet de apenas un mes de vida. No obstante, cuentan con la ayuda de la abuela de los niños, Doria Ragland, que se habría trasladado a la residencia de los duques de Sussex para atender mejor a los pequeños, según informó el diario The Mirror. A pesar de que Meghan y Harry podrían haberse acogido a una baja de hasta cuatro meses en la fundación Archewell, el nieto de Isabel II tiene el rol de director de impacto en la startup BetterUp, por lo que podría tener que reincorporarse al trabajo antes de lo previsto.
Antes de contraer matrimonio, Harry y Meghan solían visitar destinos exóticos para sus vacaciones con Botsuana, África, como territorio preferido. Pero desde que la actriz de Suits se convirtiera en duquesa de Sussex, sus veranos han cambiado considerablemente. El primero de ellos, en 2018, el recién matrimonio puso rumbo hasta Escocia para disfrutar de unos días de relax junto a los Windsor en el castillo de Balmoral, el lugar donde Isabel II ha pasado la gran mayoría de sus retiros estivales. Lo mismo ocurrió en el 2020, cuando la pareja ya residía en Canadá con el pequeño Archie con apenas un año de edad. La monarca recibió la maravillosa noticia de que los Duques viajarían hasta el Reino Unido para pasar juntos el verano. No obstante, en 2019, pocos meses después del nacimiento del primer hijo de Meghan y Harry, decidieron disfrutar de unos días de relax en Ibiza y en la Costa Azul francesa.
Para leer más, ingresa aquí