Un familiar de un ciudadano sirio que fue torturado, asesinado y mutilado por seis personas en la provincia siria de Homs en junio de 2017 presentó una denuncia en Rusia solicitando un proceso penal contra presuntos miembros del Grupo Wagner (ChVK Wagner), un poderoso ejército de mercenarios al servicio el Kremlin y del régimen de Bashar Al Assad en Siria.
Por Infobae
La denuncia, presentada en marzo, cuenta con el respaldo del Centro Sirio para los Medios de Comunicación y la Libertad de Expresión (SCM), la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y el Centro Ruso de Derechos Humanos Memorial.
El denunciante, llamado Abdullah, descubrió lo que le había pasado a su hermano Mohamad, un trabajador de la construcción de 31 años y padre de cuatro niños pequeños, tras ver dos videos que habían sido subidos en Internet.
“Un día un chico de nuestro pueblo me envió un clip y me dijo: ‘Mira el video, podría ser tu hermano’. Por supuesto, reconocí a mi hermano, por su ropa, su voz, su apariencia”, dijo Abdullah a CNN. “Estaba siendo torturado por soldados, no eran sirios, no entendíamos lo que decían”.
En el primer video se veían los torturadores mientras, en ruso, se burlaban del hombre y grababan grafitis en cirílico en el pecho sin vida de la víctima. El grafiti decía: “para VDV y reconocimiento”, una referencia a las fuerzas aerotransportadas rusas. Junto con el video sonaba una conocida canción militar nacionalista rusa.
De acuerdo a Abdullah, su hermano fue capturado por el ejército sirio cuando regresaba al país después de trabajar en el Líbano durante unos ocho meses. Tras intentar desertar, fue entregado a los mercenarios rusos. Rusia es el aliado más firme del régimen de Al Assad en Siria.
Según contó a CNN, en una de sus últimas llamadas telefónicas, en abril de 2017, Mohamad le dijo: “Dale lo mejor a mi padre y a mi madre, pídeles que me perdonen, voy a hacer algo, me voy a ir, no sé si podré volver contigo o no”.
“Cuando vi el segundo video [que mostraba a Mohamad siendo decapitado], me quedé en una habitación… No salí de la habitación durante tres días. No solo era mi hermano mayor. Era mi amigo. Siempre estábamos juntos”, agregó Abdullah a la cadena estadounidense.
Juicio contra uno de los hombres más poderosos de Rusia
Al menos uno de los hombres en el video, Stanislav Dychko, ha sido identificado por el periódico de investigación independiente ruso Novaya Gazeta como un mercenario del Grupo Wagner, un poderoso ejército de entre 3.000 y 5.000 paramilitares vinculado al oligarca Yevgeny Prigozhin, conocido como “el chef de Putin” por su relación con el presidente ruso.
La denuncia contra los autores del crimen es el primer intento de la familia de una víctima siria de responsabilizar a sospechosos rusos de delitos graves cometidos en Siria.
“Quiero que el mundo se entere del caso de mi hermano, para que estos criminales rindan cuentas”, dijo Abdullah a CNN .
Ilya Novikov, uno de los abogados del demandante, explicó: “La ley rusa requiere que el estado investigue los delitos cometidos por ciudadanos rusos en el extranjero. El Comité de Investigación aún no ha iniciado ninguna investigación sobre el crimen en cuestión, aunque toda la información necesaria fue revelada oficialmente a las autoridades rusas hace más de un año“.
“La denuncia presentada por el periódico Novaya Gazeta hace un año fue ignorada”, dijo Alexander Cherkasov, presidente del Centro Ruso de Derechos Humanos Memorial. “Esto nos obligó a los defensores de los derechos humanos a acudir a las autoridades investigadoras rusas. De hecho, esto es una repetición de lo que sucedió hace 20 años cuando no se investigaron las desapariciones forzadas, las torturas y las ejecuciones extrajudiciales cometidas durante el conflicto armado en el Cáucaso Norte. Hoy vemos otro eslabón en esta cadena de impunidad”.
Según varios expertos, sin embargo, la denuncia podría tener pocas posibilidades de éxito.
El primer obstáculo es legal: como la ley rusa prohíbe los ejércitos privados, Wagner no tiene existencia legal en el país. Es decir, formalmente no existe. Es lo que en términos legales se denomina “negación plausible”.
En segundo lugar, el caso involucra a algunos de los hombres muy poderosos en Rusia. Prigozhin, como Putin, proviene de San Petersburgo, donde dirigía un restaurante donde el mandatario ruso invitó a cenar a Jacques Chirac y George Bush padre, entre otros.
Prigozhin es un hombre en las sombras que envía a sus mercenarios al servicio de los intereses del Kremlin, ganando jugosos contratos. Por ello, está en la lista de personas afectadas por las sanciones europeas por haber violado el embargo en Libia.
En los últimos años el Grupo Wagner fue el brazo armado no oficial del Kremlin en lugares como Ucrania, Siria, Libia y cada vez más en el África subsahariana, donde Rusia intenta imponer su influencia.
Se sospecha que los hombres de Wagner mataron a tres periodistas de investigación rusos en la República Centroafricana en 2018. Los tres estaban investigando los intereses mineros de Prigozhin. Los culpables nunca han sido identificados.
Consiente de enfrentarse a hombres poderosos, Abdullah dijo a CNN que no estaba preocupado por sí mismo. “Solo quiero que se les haga responsables, incluso si esto me cuesta la vida”, afirmó.