El cardenal de Nicaragua, Leopoldo José Brenes, afirmó que la Iglesia Católica del país espera sin temor las represalias que el Gobierno de Nicaragua podría promover en su contra, después de que el presidente Daniel Ortega los atacó nuevamente en su más reciente discurso.
Por Daliana Ocaña / vozdeamerica.com
Ortega describió a la Iglesia de “fariseos”, en alusión a su participación como mediadores ante la represión del Gobierno surgida durante las protestas de abril de 2018.
Brenes dijo: “Si llegan, bienvenidos. Siempre lo vamos a afrontar como ya se afrontó en otras situaciones, ya en los (años) 80 vivimos situaciones bastante difíciles. El problema es que la Iglesia no está llevada con hombres, la Iglesia esta animada por el espíritu santo, nosotros seguimos adelante”.
Las críticas de Ortega contra la Iglesia Católica se produce en medio de la escalada de detenciones dirigida contra opositores, defensores de derechos humanos, periodistas y empresarios. La acusa de “bendecir” a los manifestantes, a quienes ha calificado de “golpistas” y “terroristas”.
En tanto su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, señaló específicamente a un sacerdote del Departamento de Masaya de intentar esconder el cuerpo de un policía asesinado.
“Como olvidar a ese disque sacerdote que desde las redes y desde otros medios de comunicación llamaba a que fueran a tirar al compañero policía que lo único que hacía era servir a su patria, que lo fueran a tirar decía él, al escusado. Lo hubieran tirado al escusado decía. ¿Como olvidar eso?
Las declaraciones del presidente y la vicepresidenta durante el 42 Aniversario de la fundación de la Fuerza Aérea del Ejército de Nicaragua han despertado temores de que los sacerdotes sean los próximos en enfrentar la criminalización del Estado, aunque hasta ahora la fiscalía no ha promovido ninguna acción legal en su contra.