El activista bielorruso Vitali Shishov, que fue hoy hallado ahorcado en un parque de Kiev, presentaba huellas de golpes en el rostro, según declaró a la cadena de televisión Current Time su compañero Yuri Shchuchko, quien trabajaba con él en la “Casa de Bielorrusia en Ucrania” (BDU).
“Es el esquema de siempre. La persona es ahorcada con huellas de golpes en la cara. No le robaron nada”, dijo Shchuchko, que participó en la búsqueda del activista, desaparecido desde la mañana del lunes.
Agregó que todos los miembros activos del BDU, organización humanitaria que ayuda a los bielorrusos que han tenido que huir de su país, tenían información sobre “la llegada de fuerzas de operaciones especiales y de otras unidades de Bielorrusia para eliminarlos físicamente”.
“Incluso teníamos esa información del Servicio de Seguridad de Ucrania. Nos decían que tuviéramos más cuidado, porque aquí (en Kiev) trabaja una red de agentes del KGB de Bielorrusia y todo es posible”, aseguró.
Volunteers are still searching for Vitaly Shishov, leader of Belarusian diaspora in Kyiv, who went jogging this morning and disappeared. Police traced his phone, K9 searched the woods but to no avail. Friends say he’s been followed lately. SBU and Border guard have been informed. pic.twitter.com/ztTl7Fm0j8
— Tadeusz Giczan (@TadeuszGiczan) August 2, 2021
Según Shchuchko, poco antes de su muerte, el activista Shishov le había pedido cuidar de sus allegados. “Tenía un presentimiento extraño”, indicó.
La pareja del activista, Bozhena Zholud, confirmó en declaraciones a Radio Libertad que Shishov tenía malos presentimientos, pero dijo que, por lo que le consta a ella, el activista no había recibido amenazas.
“A mí no me lo decía, pero escribió a uno de nuestros amigos que tenía malos presentimientos y que cuidaran de mí (si le pasaba algo)”, dijo la joven.
La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, expresó este martes sus condolencias por la muerte del activista bielorruso en Kiev y afirmó que ese suceso confirma que los bielorrusos no pueden sentirse seguros “ni en el exterior”.
EFE