Senadores estadounidenses de ambos partidos aprobaron este lunes nombrar la calle de Washington que está al frente a la Embajada de Cuba en honor al fallecido opositor cubano Oswaldo Payá (1952-2012).
Por Infobae
El senador cubanoestadounidense Marco Rubio señaló que el cambio rinde “un homenaje a la vida y el legado de uno de los líderes cívicos más importantes de la isla que pagó el precio máximo en defensa del futuro democrático de la isla”.
Para Rosa María Payá, hija del disidente fallecido, la “Oswaldo Payá Way” será “un recordatorio permanente de la urgencia de frenar la impunidad del régimen”.
“El legado de mi padre vive en la lucha por la libertad y los derechos del pueblo cubano”, según dijo la activista a Efe cuando se presentó el proyecto.
La aprobación ocurre en medio de las protestas que estallaron en Cuba desde el pasado 11 de julio en contra del régimen de Miguel Díaz-Canel y que han tenido eco en diversas manifestaciones de apoyo en todo el mundo, especialmente en Miami y Washington.
“Tras las históricas protestas lideradas por cubanoamericanos frente a la Embajada del régimen en la capital de nuestra nación el lunes pasado, otro símbolo de la tenacidad del pueblo cubano en su búsqueda de la libertad quedará grabado para la eternidad”, agregó Rubio.
Payá fundó en 1988 el Movimiento Cristiano Liberación (MLC) para promover la democracia y las libertades civiles a través de la resistencia pacífica.
Una década después, la organización creó el Proyecto Varela, que buscaba avanzar en las reformas democráticas bajo una disposición de la Constitución cubana que permitía al público introducir proyectos de ley.
Cambiar el nombre de la vías “es un paso pequeño pero significativo que obligará a todos los que visiten o escriban a la embajada a recordar no solo a Payá, sino a todos aquellos que han impugnado la crueldad y opresión del Gobierno comunista cubano”.
La familia de Payá ha asegurado que el accidente en el que el opositor y el también disidente Harold Cepero murieron el 22 de julio 2012 fue provocado por agentes del régimen castrista.
Ambos viajaban en un automóvil que se salió de la carretera. El auto era conducido por el joven político conservador español Ángel Carromero, quien fue condenado a prisión en Cuba por homicidio voluntario, pero está ya en España.
En 2012, el Senado de EEUU aprobó una resolución que honra la vida del disidente cubano y pedía una investigación imparcial sobre su muerte.