El terremoto ocasionado por el divorcio entre el Barcelona y Leo Messi provocó un reguero de reacciones este viernes en el mundo del fútbol, desde las explicaciones del presidente de la entidad azulgrana, Joan Laporta, hasta el guiño del PSG como futuro destino.
El primero en hablar fue Laporta, puntual a las 11 de la mañana en el Auditori 1899 del Camp Nou para aclarar que la renovación de Lionel Messi hubiera “puesto en riesgo” el futuro de una entidad con más de 121 años de historia.
“Lamentablemente hemos recibido una herencia nefasta, con una masa salarial deportiva que representa el 110 por ciento respecto a los ingresos totales del club. Hacer una inversión del volumen que suponía el contrato de Messi comportaba ciertos riesgos y no queremos poner más en riesgo al club”, reconoció.
El presidente del Barça, además de señalar a la anterior junta directiva por su mala gestión financiera, reveló que tenía pactadas con Messi dos tipos de formas contractuales, ambas a cinco años, pero que ninguna pasó los controles financieros de LaLiga.
La única posibilidad de inscribir a Messi, dijo Laporta, pasaba por aceptar el acuerdo de LaLiga con el fondo internacional CVC, dispuesto a inyectar 2.700 millones, pero que esa operación “comportaba hipotecar durante medio siglo parte de los derechos de televisión del club”.
“Y eso no estoy dispuesto a hacerlo por nadie, ni por el mejor jugador del mundo”, manifestó el dirigente, mientras el presidente de LaLiga, Javier Tebas, contestaba simultáneamente en Twitter que eso no era así.
“Sabes que la operación de CVC no hipoteca los derechos de televisión del Barcelona 50 años, lo que hace es que los mismos tengan más valor para todos los clubes y así tú los puedas hipotecar a tus bancos y resolver la gran deuda. Así lo entendías hace horas”, escribió Tebas.
A las palabras de los dirigentes le siguió el silencio eterno del propio Messi y de los jugadores del Barça, ya que ninguno se pronunció públicamente tras el anuncio oficial de la no continuidad del astro argentino.
Laporta, sin embargo, sí se dirigió a la plantilla antes del primer entrenamiento después de Messi y, según él, lo hizo para pedir a los capitanes “máxima implicación en esta nueva era en la que hay que demostrar que se puede seguir ganando”.
Los motivos económicos esgrimidos por el presidente azulgrana no convencieron a uno de sus avalistas, el empresario Jaume Roures, quien declaró en RAC1 que “la inscripción de Messi en LaLiga estaba totalmente acordada desde hacía días”.
Según el fundador de Mediapro “algo ha pasado” en las últimas 48 horas, cuando ya estaba listo el anuncio de la renovación del delantero, por lo que a su entender la rotura de las negociaciones “tiene más que ver con la planificación deportiva que con un desacuerdo económico”.
El club que seguro tiene en sus planes a Leo Messi para esta temporada es el PSG francés y todavía más después de que su entrenador, el también argentino Mauricio Pochettino, confirmara hoy que el fichaje de su compatriota “es una posibilidad”.
“Estamos analizando todas las posibilidades y por supuesto esta (Messi) es una”, manifestó en rueda de prensa el técnico, que sueña con juntar en una misma delantera a Kylian Mbappé, Neymar y Messi.
Otro de los posibles destinos del astro argentino, el Manchester City, alejó la opción de incorporarlo por mediación de su entrenador, Pep Guardiola, el hombre que hizo del ’10’ una súperestrella mundial y montó el mejor Barça de la historia a su alrededor.
“Ahora mismo no está en nuestros pensamientos”, zanjó Guardiola, tras destacar que “Messi ha escrito una historia única, ha llevado al Barcelona a otro nivel y ha permitido que el Barça dominara el mundo durante una década junto a sus compañeros”.
EFE.