Las autoridades de Florida (EE.UU.) advirtieron este lunes de que podrían retener el salario de los superintendentes escolares que desafíen la orden ejecutiva que prohíbe el uso obligatorio de mascarillas en las escuelas, mientras el estado se mantiene como epicentro de la pandemia en Estados Unidos.
La Oficina del gobernador, Ron DeSantis, anunció hoy en un comunicado al canal local de CBS que la Junta de Educación de Florida podría retener los salarios de los superintendentes y miembros de juntas escolares que desafíen la mencionada orden.
En julio pasado, DeSantis firmó el decreto con entrada en vigor de manera inmediata dirigido a parar cualquier “rebelión” en los distritos escolares contra las leyes del estado, las cuales nunca han obligado al uso obligatorio de mascarillas durante la pandemia.
“La financiación de la educación está destinada a beneficiar a los estudiantes ante todo, no a los sistemas. Las prioridades del gobernador son proteger los derechos de los padres y garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de alta calidad que satisfaga sus necesidades únicas”, señaló la oficina de DeSantis en un comunicado enviado hoy a CBS4.
ESCUELAS PÚBLICAS CONTRARIAS A LA ORDEN DEL GOBERNADOR DE FLORIDA
Este mismo lunes el superintendente de las escuelas públicas del condado de Leon (centro de Florida), Rocky Hanna, anunció que los estudiantes de primaria y secundaria deberán usar mascarillas cuando comience el próximo curso escolar, a finales de este mes de agosto.
En una conferencia de prensa, Hanna explicó que tomó la decisión después de hablar con muchos miembros de la comunidad y con médicos del hospital Tallahassee Memorial HealthCare, según el canal local WCTV.
“Dios no quiera que perdiéramos un niño por este virus, no puedo simplemente culpar al gobernador”, afirmó el superintendente.
“Estas mascarillas no solo protegen a la persona que la lleva, también protegen a la persona que está a su lado, delante y detrás de ella”, dijo Hanna en referencia a los niños en las clases.
Por su parte, el superintendente de las escuelas públicas del condado de Miami-Dade, Alberto Carvalho, dijo en una entrevista con el mismo canal de noticias que “es triste que actualmente en Estados Unidos veamos esta narrativa retórica profundamente influenciada por la política en lugar de la medicina”.
Miami-Dade alberga al cuarto distrito escolar más grande de Estados Unidos, y se espera que los funcionarios de la junta escolar de este condado tomen una decisión el próximo 16 de agosto sobre el uso de mascarillas en las aulas.
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), entre el 29 de julio y el 5 de agosto se registraron 93.824 casos pediátricos de covid-19, en momentos en que los menores representan el 15 % de los casos notificados semanalmente en EE.UU.
“Quitarles fondos a las escuelas y a los administradores por rehusar poner en peligro a los niños es una peligrosa táctica de dictador tercermundista. Esto debería alarmar a todos en el país, no solo en Florida”, respondió hoy a DeSantis, sin nombrarlo, la comisionada de Agricultura de Florida, Nikki Fried, que se perfila como candidata demócrata a gobernadora.
MUEREN POR LA COVID-19 SEIS MIEMBROS DE UNA IGLESIA
Por otro lado, este lunes se supo que seis miembros no vacunados de una congregación religiosa de Florida fallecieron en menos de dos semanas a causa de la covid-19.
Ninguna de las víctimas estaba vacunada y cuatro de ellas se encontraban sanas y tenían menos de 35 años, según el pastor George Davis, del templo Impact Church, en Jacksonville (noreste).
El pastor dijo al canal WFLA of Tampa, afiliada de NBC, que las muertes de los miembros “definitivamente han cobrado un precio” en la comunidad, e instó a la gente a vacunarse.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. registraron un total de 10,1 millones de niños en todo el país menores de 18 años que recibieron al menos una dosis de vacuna contra la covid-19.
Florida lleva rompiendo hace cuatro días su propio récord de casos confirmados y este lunes registró la cifra de 56.633 nuevos casos contabilizados entre el sábado y el domingo últimos, mientras aumenta el riesgo en los hospitales con 14.000 ingresos por la covid-19. EFE