En Etiopía se encuentran algunos restos fósiles de los homínidos más antiguos del mundo. Es un lugar clave para estudiar la evolución humana. Allí, alrededor del valle bajo del Omo, Patrimonio de la Humanidad desde 1980, viven varias tribus locales que conservan tintes de primitivismo y, entre el asombro y la admiración, nos dejan la esencia de un viaje al pasado.
Por Clarín
Uno de los clanes que maravilla por sus costumbres es el de los mursi. Esta tribu vive cerca del río Omo, en el Parque Nacional del Omo. Los habitantes de este pueblo son aproximadamente unos 9 mil, distribuidos en pequeñas comunidades con un líder local. No necesitan de las nuevas tecnologías para vivir. Solamente valerse de armas y el apego a sus tradiciones.
Tienen su propio idioma: el mursi. Y su propia religión. Creen en una fuerza superior que está en el cielo a la que llaman Tumwi, que puede manifestarse como un arcoíris o un ave. Comparten su zona geográfica con otros pueblos originarios como los hamer, karo, suri, nyangatom, kwegu y dassanech.
Peligrosos y armados
Pero tienen la fama de ser los más peligrosos. Los turistas que se avecinan a sus territorios y los fotógrafos que están ávidos por retratar su cultura, les pagan para pasar unos pocos minutos con ellos y luego se van rápido, asustados por las historias que cuentan los locales sobre su personalidad. Además, un dato no menor es que están fuertemente armados.
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