Nueve años después de su lanzamiento, científicos de la Universidad de Hong Kong han señalado que el rover Curiosity podría estar investigando una zona de Marte donde nunca se formó un lago, contrario a lo que piensa la NASA.
La investigación, publicada en Science Advances, señala que el cráter Gale, que la NASA piensa que era el sitio de un antiguo lago en Marte de hace 3 mil millones de años, es en realidad un repositorio de sedimentos superficiales movidos por el viento.
Para demostrarlo, los científicos utilizaron mediciones químicas y mediciones de difracciones de rayos X para revelar que las composiciones de las rocas no están relacionadas a los lagos.
¿Ahora?
El equipo de investigadores sugirió que el gran montículo de rocas sedimentarias explorado y analizado durante los últimos ocho años en realidad representa arena y limo depositados como caída de aire de la atmósfera y reelaborados por el viento.