En medio de un clima extraño en el Camp Nou, Barcelona superó el primer obstáculo de la era post Messi: derrotó 4-2 a la Real Sociedad en su estreno en la Liga de España. Gerard Piqué, Martin Braithwaite (2) y Sergi Roberto cubrieron con goles la ausencia del ídolo. Descontaron Julen Lobete y Mikel Oyarzabal, de tiro libre.
Pero más allá del resultado, y tal como había sucedido ante la Juventus por el trofeo Joan Gamper, los dirigidos por Ronald Koeman exhibieron un interesante rendimiento, con presión extendida para asfixiar a su adversario e individualidades en alto nivel, como Memphis Depay y el danés Braithwaite.
En las gradas y en los exteriores del estadio, la imagen de la ausencia de Messi estuvo omnipresente. Es que el delantero, de 24 años, se marchó al PSG luego de que Barcelona no renovara su contrato, a pesar de que había aceptado reducirse los ingresos en un 50%. La dirigencia, encabezada por Joan Laporta, le echó la culpa a la herencia recibida de la gestión Bartomeu y a las restricciones que impone la Liga de España por el Fair Play financiero.
Si bien la Pulga no fue al choque públicamente, en la intimidad le quedó la duda respecto de si Laporta y compañía hicieron todo lo posible para no cortar el vínculo. “Laporta había dicho que estaba todo arreglado, pero no pudimos llegar a un acuerdo por La Liga. No hay más que eso. Tengo en claro que yo hice todo lo posible para quedarme”, dijo Leo hace una semana, en su conferencia de prensa despedida.
Pues bien, en el primer cotejo oficial sin Messi, hubo banderas en las inmediaciones del Camp Nou acusando al presidente. “Laporta, lacayo de Florentino”, “Laporta Judas, engañaste a D10S”, “El Barça no es tu negocio” o “Messi en París y tu en Ibiza”, rezaban las leyendas que trascendieron en las redes.
En el minuto 10 (el dorsal que usaba el ex capitán) ante la Real Sociedad, los más de 20.000 espectadores se expresaron. Los seguidores del blaugrana estallaron al grito de “Messi, Messi”, mientras que otros reaccionaron con silbidos, seguramente apuntados hacia la dirigencia actual y otros con aplausos, en homenaje al delantero argentino que se convirtió en una leyenda para la institución. Además, varios fanáticos levantaron sus camisetas con el 10 de La Pulga, en un gesto de reconocimiento para el astro.
Pero el Barcelona ganó con contundencia y, a través de las redes sociales, lanzó un mensaje desafiante. Con una imagen del goleador Braithwaite como ilustración, la cuenta de Twitter en inglés rubricó “We are Barça”. Que podría suponer una simple declaración de principios, si no se tuviera en cuenta lo ocurrido en Francia, 24 horas antes…
En el Parque de los Príncipes, en la previa de la victoria 4-2 del PSG ante el Racing de Estrasburgo, Messi fue presentado ante el público, en un evento con toda la pasión y el glamour. Junto a él, también pisaron el césped todos los refuerzos del club, con una casaca con la frase “We are París”.
¿Un gesto de despecho con el máximo goleador y el jugador con más presencias en la historia del Barcelona? ¿O un desafío hacia el Paris Saint Germain, que se quedó con su emblema y, con nombres como Mbappé, Neymar, Sergio Ramos, Di María y Donnarumma amenaza con arrasar con la temporada del fútbol europeo?