Afganistán es un compendio de culturas, lenguas, religiones y nacionalidades, que se encuentra ubicado en la región de Asia central, de acuerdo a sus coordenadas geográficas limita al norte con Turkmenistán, Tayikistán y Uzbekistán, al este con China, al sur con Pakistán, y al oeste con Irán, Lo que lo constituye como un pequeño Estado en la región, para los conocedores de la geopolítica sin embargo representa desde el punto de vista estratégico por su posición geográfica como uno de los puntos neurálgicos de poder a nivel mundial.
Afganistán que es un país fallido y un Estado dividido. En el cual hasta hace pocos días existían dos gobiernos paralelos divididos en el nacional, en Kabul, la capital, y el de los talibanes. Los insurgentes que controlan la mayoría del territorio del país y sobre todo las zonas rurales. El Gobierno afgano, en cambio, se concentraba en las ciudades y capitales provinciales, y controla las vidas de 11 millones de personas (el total de la población afgana es de 35 millones).
Afganistán surgió como Estado a mediados del siglo XVIII (1747) cuando la tribu de los afganos de origen persa prevaleció sobre el resto de las tribus y firmaron una monarquía de corte islámico, con una organización social de tipo feudal. Al ser un punto de cruce entre la India y Medio Oriente, se evidencio desde finales del siglo XIX un objetivo estratégico del Imperio británico, el cual pretendió obtener el control del país para proteger su colonia india de las amenazas de los zares rusos. Sin embargo tres guerras angloafganas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX (1839-1842, 1878-1880, 1919) evidenciaron la relevancia estratégica del pequeño país.
Los afganos han derrotado tres imperios; en tres ocasiones al imperio británico. La primera entre 1839-1842, la segunda 1872 – 1880, la tercera en 1919 y en 2021 bajo la coalición de la OTAN. Todo empezó en 1979, cuando la Unión Soviética, en plena guerra fría, invadió Afganistán para colocar en Kabul a un gobierno comunista afín. Para contrarrestar a su rival Afganistán los norteamericanos armaron a los Talibanes, dado el contexto de la Guerra fría. La lucha por mantener a afganistan bajo el comunismo se convirtió para los soviéticos en su particular Vietnam, ante lo cual en 1989, con la URSS agonizando, los soviéticos se marcharon y los talibanes tomaron el control.
En casi 200 años y con la derrota de tres imperios los afganos han demostrado una capacidad resistencia solo comprable con la de los vietnamitas, bajo su visión de una guerra total bajo sus creencias y por el control del territorio que mantenido durante siglos. Sus guerreros son herederos de una milenaria tradición de resistencia de su pueblo ante lo cual han luchado contra diferentes imperios a lo largo de la historia, incluyendo sus inicios que posicionan una creencia al margen de un destino manifiesto por defender su territorio, así como sus creencias.
Los múltiples intentos fallidos por controlar Afganistán le han merecido el apodo o reconocimiento como la “tumba o cementerio de los imperios“, por la cantidad de grandes potencias que intentaron, con poco éxito, controlar el territorio, Afganistán ha sido foco de tensiones geopolíticas durante siglos y dado los últimos acontecimientos que derivaron en la toma del poder y de Kabul por parte de los Talibanes se mantendrá asi. Afganistán tiene la reputación de deshacer ambiciosos proyectos militarese incluso humillar a los aspirantes a conquistadores de sus tierras, lo cual se ha evidenciado en los últimos dos siglos, tanto los soviéticos como los británicos se han visto obligados a retirarse luego de batallas sangrientas desde este pais, privados de la victoria que, en el papel parecían fáciles, pero que que significaron años de guerras, desgaste y que por ultimo condujeron a su retirada. Estados Unidos mantuvo bajo ocupación 20 años el territorio en un conflicto que se espero fuese terminado en corto tiempo, sin embargo realidad fue otra, esperaron en este tiempo democratizar ala población, sentar las bases para un aliado en la región, pero no fue suficiente y ha quedado demostrado.
De las intervenciones británicas en territorio afgano no es una historia fácil. Basta con repasar sus sonados fracasos en esta tierra de terreno agreste, montañas, desiertos y valles, con una diferenciación interna y equidistante de sus territorios para predecir una nueva derrota a lo que se suma la fiereza combativa de los talibanes.
Para algunos vale la pena preguntarse aunque sea quizás una coincidencia si ¿A raíz de sus desastres afganos, tanto los imperios británico como el soviético, como el de Alejandro Magno, que se extendió por la región más de dos milenios antes, se derrumbaron? Casi de inmediato ocurrió, en el caso de los soviéticos, un siglo después para Gran Bretaña, será este el caso de los Estados Unidos? Bajo los argumentos de que todo imperio perecerá, esta ocupación de Kabul por talibanes ha llamado la atención de la comunidad internacional y los defensores de la democracia y mejor estilo de occidente bajo sus propias creencias, mas alla del choque de civilizaciones como lo plantearía Samuel Huntington.
De experiencia afgana se puede considerar a lo interno su aislamiento, ha asolado por la pobreza y brutalizado por un conflicto interminable que los avances tecnológicos en la guerra no logran terminar por mas de la presencia de grandes potencias avanzadas militarmente, el país aparentemente permanece tan impermeable a los aventureros militares de hoy como lo fue en otros tiempos. Que ha sido catalogado por expertos como “Un lugar difícil para luchar, conquistar y gobernar”, de igual modo especialistas en defensa han descrito “La geografía es muy dura: es un país de montañas y desiertos, de inviernos bastante severos y eso dificulta no solo luchar, sino también operar logísticamente. Limitando tu movilidad y es difícil proyectar potencia, más aún siendo ejércitos extranjeros”. Y es que se considera su complejidad además por conformarse de aldeas de adobe pobladas de orgullosos guerreros entregados a la Yihad. Maquiavelo en el arte de la guerra podría vaticinar que existe una dificultad táctica y estratégica en el terreno de lucha que afectaría a las tropas extranjeras.
Vale la pena diferenciar que en guerras contra la guerrilla es posible inundar las ciudades con tropas, pero es mucho más difícil y complejo inundar las montañas. Y Afganistán es un país no de ciudades muy poderosas sino de miles de aldeas aisladas, lo que permite que las guerrillas y beligerantes replegarse y rearmarse.
Por cual los imperios tienden a caer después de sus pretensiones militares afganas, lo que para los británicos esto se debió en gran parte a la Segunda Guerra Mundial, para los soviéticos, fue una crisis ideológica en Europa del Este y para Alejandro el Grande fue un fracaso para asegurar la sucesión estable de su imperio asiático, muestra de los imperios sepultados luego de sus intentos de controlar este estado fallido.
Históricamente, fue mantenido en palabras de Zahir-ud-din Mohammad Babur, fundador de la dinastía Mughal que gobernó gran parte de Asia Central en el siglo XVI “Afganistán no ha sido ni será conquistado nunca, y nunca se rendirá a nadie”.
Aunque existan grandes diferencias entre las operaciones militares modernas y pasadas en Afganistán, debemos tener presente las similitudes ineludibles que aun se mantienen el tiempo, como las condiciones del terreno, el clima y las lealtades internas en torno al clan, considerando que Afganistán es un país montañoso con un sistema tribal muy complejo y una variedad de etnias y, por lo tanto, un país muy complejo de tratar de manejar.
El imperio soviético también se quebraron en Afganistán. Estuvieron 10 años y salieron derrotados. Causando un enorme costo humano; tomando en cuenta que en ese periodo de tiempo la población afgana descendió de 13,41 millones a 11,61 millones (1979-1988). Los estadounidenses han estado 20 años ocupando Afganistán con el apoyo de la OTAN y también salen derrotados. Una invasión que se inició luego de los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001 que, indudablemente generaron unas profundas implicaciones en la política mundial y en las definiciones en materia de seguridad internacional.
El afgano, no es un pueblo de la modernidad occidental, al contario es eternamente dividido en luchas tribales, ante lo cual está acostumbrado a matar y a morir. Es profundamente patriarcal y misógino, en resumen, un pueblo atrasado en cuanto libertades, con una economía rural en un medio natural extremadamente hostil y demandante. No es un lugar para los débiles, solo personas con adaptación al entorno, pueden sobrevivir allí. Sin dejar de lado que se han vinculado a grupos terroristas y extremistas como Al Qaeda, el estado islámico y otros movimientos.
En tanto los soldados estadounidenses y europeos invadieron Afganistán con la última tecnología militar y pensando en una guerra y un triunfo rápido. Y si fue a si sin embargo en un par de meses se desmoronó el gobierno de los Talibanes y los nuevos cruzados tomaron Kabul. El problema no era llegar, ver y vencer. Los ingleses y los rusos también lo hicieron en su momento. El problema era y es permanecer, entre una población que siempre te percibirá como un extranjero e invasor por sus diferencias culturales y creencias.
Además, los afganos y los talibanes tienen su propio relato: “Esta es nuestra tierra, tenemos miles de años de vivir aquí y no vamos aceptar que unos invasores extranjeros, la mancillen, insulten a nuestros dioses y a nuestras mujeres”.
Vale la pena precisar que la palabra “Talibán” en árabe significa ‘estudiante’, y el grupo nació a mediados del siglo XX en Pakistán como un movimiento de estudiantes islamistas ultraconservadores y rigoristas. En la actualidad, los talibanes de Afganistán se constituyen como un emirato asambleario en el que impera la ‘sharia’, la ley islámica. Además de resaltar que los talibanes gobernaron entre 1996 y 2001 imponiendo una rigurosa interpretación de la Sharia (ley musulmana).
La toma del poder por parte de los talibanes, representa sin duda un retroceso a las libertades civiles de mujeres, niñas y niños, tal es el caso que en su primera noche en poder miles de personas se aglomeraron más, para intentar escapar de este atentado contra los valores occidentales de la democracia, la igualdad civil, el respeto a la dignidad humana y sus libertades. Se impone así el totalitarismo político y religioso en esta región y cae de nuevo el velo sobre los derechos previamente conquistado para las mujeres.
Unos 2,5 millones de afganos han abandonado el país durante la guerra, refugiados que, en su mayoría, han acabado en Irán, Pakistán, Turquía. Y una minoría, en Europa.
La historia es cíclica y si no aprendemos de ella estamos destinados a cometer los mismos errores, como es el caso de los imperios que han perecido luego de intentar controlar el territorio afgano. Estados Unidos un Imperio que cedió ante los talibanes, ante el Castro chavismo, una potencia sin rumbo y quizás en su ocaso. Con la política exterior del presidente Trump, medio oriente seguía estable, China perdía la guerra comercial y en LATAM caía el foro de Sao Paulo. En 8 meses, de la política exterior del presidente Biden, medio oriente convulsiona, China se convierte en la nueva potencia mundial y el foro de Sao Paulo renace con sus vínculos en la izquierda. El tablero internacional puede sugerir un nuevo orden mundial y la caída de otro Imperio.
Los últimos acontecimientos:
El 8 de julio de 2021, el presidente estadounidense Joe Biden declaró que la retirada de sus fuerzas, que comenzó en mayo, se “completará el 31 de agosto”. Lo que significó para los Republicanos un error y una perdida ofensiva de los estados unidos como potencia mundial hegemónica.
Los talibanes afirmaron el domingo que sus combatientes entraron en varios distritos de la capital afgana, Kabul, y otras fuentes dijeron que también tomaron el palacio presidencial, horas después de que el mandatario Ashraf Ghani dejara el país.
Ghani se pronunció poco después de salir del país. Dijo que huyó para “evitar un baño de sangre”, cuando los talibanes entraron en la capital, poniendo fin a una ofensiva relámpago. La caída de la mayoría del país a manos de los talibanes ha ocurrido poco después de que en mayo las fuerzas de EE. UU. y de la OTAN comenzaran la fase final de la retirada, entregando todas sus bases militares a las fuerzas afganas.
El Consejo de Seguridad de la ONU mantendrá este lunes una reunión de urgencia para abordar la toma de la mayoría de las provincias de Afganistán por parte de los talibanes y la huida del país del presidente.
Las misiones de Estonia y Noruega en Naciones Unidas, actualmente encargadas de los asuntos de Afganistán en el Consejo de Seguridad, afirmaron que la reunión entre los quince miembros del organismo será en la tarde y que incluirá una breve intervención del secretario general, Antonio Guterres.
Guterres pidió el viernes a los talibanes detener su ofensiva y negociar con el Gobierno de Afganistán, avisando que si tomaban el poder por la fuerza se verían abocados a más guerra o a un total aislamiento internacional.
Los talibanes, a la ofensiva desde mayo, llegaron el 15 de agosto a las puertas de Kabul, después de haber tomado el control de casi todo el país sin encontrar gran resistencia.
El presidente Ashraf Ghani abandona Afganistán el domingo, según un ex vicepresidente, el gobierno afgano promete una transición pacífica.
Vale la pena seguir estos acontecimientos de cerca y su significación para occidente y Europa, en momentos de tensión y donde se medirá la tendencia si el imperio americano también estará en su ocaso como lo vivieron sus predecesores.
@betzaj
Quito, 16 de Agosto 2021.