El publicista Eduardo “Duda” Mendonça, que en 2002 dirigió la campaña que llevó al poder por primera vez a Luiz Inácio Lula da Silva, falleció este lunes en Sao Paulo a los 77 años, víctima de un cáncer, informaron fuentes políticas.
Mendonça fue uno de los más importantes “marqueteros”, como se conoce en Brasil a los responsables de la comunicación política, y en 2002 tuvo el mérito de suavizar al radical líder del Partido de los Trabajadores (PT) para convertirlo en el primer presidente de origen obrero que tuvo el país.
“Lula paz y amor” fue la frase que “Duda” impuso como lema para la campaña del exsindicalista, que ya había aspirado sin éxito al poder otras tres veces, en las que siempre se mostraba con el puño en alto, la barba desprolija y desaliñadas camisas.
Mendonça percibió el rechazo que generaba esa imagen, vistió al antiguo obrero con trajes de Armani y elegantes corbatas, acomodó su barba y le imprimió un discurso que, sin llegar a negar sus principios progresistas, se hizo más amable frente al neoliberalismo promovido por José Serra, su gran rival en las elecciones de 2002.
El abandono de la vieja beligerancia fue transmitido en todas las piezas publicitarias de esa campaña de Lula, que concluyó con un impactante video en el que decenas de mujeres embarazadas vestidas de blanco caminaban por un campo, con una pequeña estrella roja como única alusión visual al PT.
“No puedes elegir si tendrás un niño o una niña, no puedes elegir su altura ni el color de sus ojos y mucho menos lo que será cuando crezca, pero una cosa sí puedes elegir: qué país quieres para él”, decía el cantautor Chico Buarque fuera de cámara, bajo los acordes del Bolero de Maurice Ravel.
La influencia de “Duda” Mendonça en esa campaña quedó registrada incluso en un documental (“Entreatos, 2004) dirigido por el cineasta Joao Moreira Salles y que mostró todo el proceso de “construcción” del candidato, como definió su trabajo el propio publicista.
Mendonça cayó en desgracia en 2005, cuando un grave escándalo de sobornos en el Congreso puso contra la pared a Lula y confesó ante una comisión parlamentaria que parte del pago por esa campaña le había sido depositado por el PT en cuentas ocultas que tenía en el exterior.
Fue acusado de blanqueo de dinero y evasión fiscal, los mismos delitos por los que respondió en otro asunto relacionado con las corruptelas descubiertas en 2014 en la estatal Petrobras.
En un mensaje difundido tras ser informado de su fallecimiento, Lula calificó a “Duda” Mendonça como “un genio” de la comunicación política.
“Su trabajo en 2002 está en la historia como una de las campañas más bonitas y sensibles” vistas en el país, valoró Lula.
“En momentos en que Brasil sufría una crisis aguda, racionamiento de energía y miseria, produjo mensajes de mucha sensibilidad” y pronosticó que “la esperanza vencería al miedo”, indicó citando otro de los lemas creados por Mendonça para esa campaña.
La muerte del publicista fue lamentada por otros líderes de todo el espectro progresista en momentos en que Lula, aunque no termina de confirmarlo, se apresta para la campaña de 2022, en las que se da por descontado que aspirará a volver al poder, esta vez frente al actual gobernante, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
EFE