Seis refugios se habilitaron en Ciudad Guayana para albergar a las familias afectadas por las inundaciones causadas por la crecida del río Caroní, que el lunes 16 de agosto alcanzó los 12.90 metros sobre el nivel del mar, 20 centímetros por encima de la alerta roja.
Por Jhoalys Siverio / correodelcaroni.com
Hasta este martes, Protección Civil y el Comité de Riesgo Caroní contabilizaron un total de 474 familias, equivalentes a 1.408 personas, afectadas por las incidencias generales por la crecida de los ríos Caroní y Orinoco, así como las fuertes precipitaciones de las últimas semanas, que han provocado anegaciones de calles y viviendas, colapso de drenajes, entre otros.
Las parroquias con afectaciones pluviales y fluviales han sido Unare, Cachamay, Simón Bolívar, Dalla Costa y 11 de Abril.
De esas más de 400 familias, 66 de ellas están actualmente albergadas en los refugios temporales que se activaron desde el lunes. Estos son la escuela Roraima; Residencias 101, cuyo dueño del hotel habilitó 16 habitaciones; y la escuela Dr. Wenceslao Monserratte, en la parroquia Cachamay. En este último albergan a 10 familias, equivalentes a 27 personas. En San Félix habilitaron dos colegios en el sector La Laja y una en El Edén.
“Ya tenemos días trabajando en los distintos sectores, estamos adecuando los refugios. De acuerdo con los reportes de Protección Civil, en el resto del mes de agosto vendrán otras ondas tropicales, lo que incidiría bastante en las afectaciones fluviales y pluviales. El Comité de Riesgo estimaba habilitar alrededor de 30 refugios, estamos comenzando. Hay muchas personas que no han querido venir a refugios, pero algunos están con familiares. Estamos trayendo agua potable, alimentos, mosquiteros y pañales para algunas personas adultas y niños”, dijo Roy Quiaragua, en representación del Comité de Riesgo.
Sorprendidos por el río
La casa de Marbelis Vargas es una de las afectadas por la crecida del río Caroní en el sector Los Oleandros, en la franja de Castillito.
“Fue súper mega sorprendente, porque nosotros no nos esperábamos estas inundaciones, porque se supone que estas son las fechas en que el río debería bajar, y el domingo en la mañana nos sorprendió la arremetida del agua, fue cambiando poco a poco y en la noche arremetió por completo”, relató cuando regresaba de una pequeña inspección a su vivienda durante la mañana de este martes 17 de agosto.
Al amanecer, la calle La Esperanza estaba despejada, pero alrededor de las 10:00 am, el agua avanzaba nuevamente anegando toda la calle.
“No se puede estar en las casas. Yo vengo porque tengo mis enseres metidos ahí, pero ahorita estoy en el colegio Monserratte. Queremos que el gobierno se aboque como debe ser. Acá en el sector no tenemos agua potable, ¿cómo tomamos agua?, ¿cómo cocinamos?, mi casa está inundada por completo y no podemos dejar esto solo porque cuando hay inundaciones es que más ataca la delincuencia”, agregó Vargas.
Al entrar a casa de Marbelis se observan la mayoría de electrodomésticos ubicados sobre mesas y muebles que impidan que el agua los alcance. El espacio de la cocina es el más inundado, entrar allí significa que el agua le llegue por la cintura. De ahí sacó la nevera, la cual reposa sobre un mueble, la cocina sigue en el área, pero puesta sobre un mesón.
En la calle La Toma, del sector La Esperanza, el agua también irrumpió en varias de las casas. Se acumula en uno de los callejones junto con la basura, desprendiendo malos olores y un foco de enfermedades. Vecinos comentaron que en algunas de las casas, las anegaciones no son por la crecida del río, sino por el colapso de aguas negras que terminan por drenar dentro de las viviendas.
“En esas casas el agua sale es de los drenajes, ni siquiera es que se les mete el agua que viene corriendo por la calle”, comentó uno de los afectados.
Descartan refugios
Si bien en estas emergencias se habilitan refugios para las familias afectadas, la mayoría descarta irse a uno de estos albergues. Recurren entonces a casas de familiares, amigos o vecinos.
“Es muy incómodo estar metidos en esas escuelas porque también hay mucha discordia con la gente, y ahorita con la pandemia nos da miedo porque uno no sabe quién puede estar contagiado”, manifestó un habitante del barrio José Gregorio Hernández, conocido como El Cerrito.
En ese sector queda precisamente la vivienda de Ramón Romero, entrevistado por Correo del Caroní meses antes de que comenzara la temporada de lluvias, ya desalojado porque quedó rodeada de agua y la bora que se acumula en ella, formando una capa verde.
En el sector El Cerrito habilitaron la escuela Raúl Leoni como refugio. Bien hayan decidido ir a un albergue temporal, casa de un amigo, familiar o vecino, es una rutina ir diariamente a pasar revista por su vivienda para evitar hurtos durante su ausencia.
“Si me llega a sacar el río, sé que para un refugio no voy, me iré para casa de algún familiar, asegura Aurelis Zambrano, habitante del sector Dalla Costa (vía a la chalana vieja), adyacente a Campo Rojo en San Félix, quien también alegó las incomodidades de habitar en estos espacios con otra decena de familias.
“Anoche estaba el río que subía y bajaba, y se me metió en el cuarto y no dormí nada”, agregó.
En los 12 años que lleva viviendo en esta zona, solo recuerda dos grandes crecidas, la última fue la de 2018. Precisamente ese año estuvo en el refugio del sector, la escuela Puerto Ayacucho, pero fue poco el tiempo que estuvo allí.
Mientras los candidatos del PSUV Ángel Marcano y Tito Oviedo realizan recorridos por los refugios y zonas afectadas, Tomás Le Febre, también del sector Dalla Costa niega que los hayan visitado representantes gubernamentales de Gobernación o Alcaldía.
“Los únicos que han venido son de Protección civil, y ayer que vinieron los de Gas Comunal con el asunto del gas”, afirmó Le Febre.
Los niños de estas viviendas también tienen sus anécdotas. Recuerdan que en 2018 y 2019, con la crecida del río, llegaban a pescar dentro de sus casas. “Habían unos pescaditos chiquitos”. También recuerdan encontrar culebras.
Inundaciones en Ciudad Bolívar
Para este 17 de agosto, la cota del río Orinoco en Ciudad Bolívar se ubicó en 17.14 msnm, 14 centímetros por encima del nivel de desborde (alerta amarilla).
Manuel Rodríguez, director de Protección Civil en Angostura del Orinoco, señaló que de acuerdo con el comportamiento histórico, a partir de mediados de agosto se prevé que sean los días de mayor crecida, por lo que esperan que pronto comience el cabeceo del río y empiece a descender.
Sobre las afectaciones, precisó que han sido mayores las incidencias pluviales que fluviales. Por la crecida del Orinoco, contabilizan siete familias afectadas en el sector La Toma, parroquia Catedral; y cuatro en El Edén, parroquia Agua Salada, a quienes pasaron a albergues temporales.
De acuerdo con el gobernador del estado Bolívar, Justo Noguera Pietri, en la entidad hay “más de 400 familias afectadas en el Caroní y más de 700 distribuidas en todos los municipios”.