Por primera vez, Colombia extraditó el jueves a dos presuntos miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) acusados ??por un tribunal federal de Estados Unidos de narcotráfico.
Por Luis Jaime Acosta | Reuters
La extradición es una de las herramientas más duras que utilizan Colombia y sus aliados para tratar de combatir la producción y distribución de cocaína.
El país andino, bajo la presión constante de Estados Unidos para reducir la producción de coca y cocaína, ha enviado a cientos de sus ciudadanos al norte durante las últimas tres décadas para enfrentar cargos por drogas, incluidos miembros de las ahora desmovilizadas FARC rebeldes y bandas paramilitares.
Los hombres extraditados el jueves son Henry Trigos Celon y Yamit Picon Rodríguez, quien usa el alias Chonta, ambos buscados por el Distrito Sur de Texas, dijo el ministro de Justicia colombiano, Wilson Ruiz, en un comunicado.
Trigos está acusado de almacenar y distribuir drogas en la provincia de Norte de Santander, a lo largo de la frontera con Venezuela, mientras que Picón presuntamente se desempeñó como jefe de finanzas del frente noreste del ELN y realizó negocios con el cartel mexicano de Sinaloa.
Los hombres fueron entregados a las autoridades estadounidenses en una base aérea en Bogotá perteneciente a la policía nacional de Colombia. Llegaron a Houston el jueves por la tarde y estaban programados para comparecer ante el juez federal Sam Sheldon el viernes, dijo el Departamento de Justicia en un comunicado.
Las autoridades estadounidenses también emitieron órdenes de arresto contra Wilver Villegas-Palomino, de 38 años, quien se cree que es el líder del ELN, y otros dos miembros de la organización. El Departamento de Justicia dijo que otorgaría hasta 5 millones de dólares por información que conduzca al arresto o condena de Villegas-Palomino.
El ELN, los ex miembros de las FARC que rechazan un acuerdo de paz de 2016 y las bandas criminales formadas por ex paramilitares de derecha están involucrados en el tráfico de drogas en Colombia, donde un conflicto de casi seis décadas ha matado a 260.000 personas.
El ELN, que tiene unos 2.500 combatientes y está clasificado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, ha negado anteriormente su participación en el tráfico de drogas, pero ha admitido que hay cultivos de coca y laboratorios de cocaína en las áreas donde opera.