La “selfie de la muerte” quedó para el recuerdo en la historia de la pareja. Fue el día en que la muerte les tocó la puerta y lograron salvarse. Ella sonreía, y el ponía una cara graciosa. Así comenzó un día al aire libre donde ambos disfrutaban de sus vacaciones en los paisajes de Escocia. Minutos después descubrieron que estuvieron a punto de ser impactados por un rayo.
Ni Sophie Pass, de 33 años, ni su novio Richard, de la misma edad, tenían idea del peligro que corría ya que al momento de tomar la fotografía, no se había desencadenado el fenómeno. “El agua estaba calma, una brisa mantenía alejados a los mosquitos. Había una buena combinación de sol y ligeras nubes; una fauna y un paisaje impresionantes… ¡eran las condiciones perfectas!”, relató ella al portal de noticias local Edinburgh Live.
“Luego de nadar, dimos un paseo bordeando el lago para terminar el día. Es un lugar perfecto para hacerse una selfie con unas vistas increíbles”, explicó la joven.
Una vez allí, los británicos se tomaron una foto, con el lago de fondo. Ambos salieron con los pelos erizados, pero en aquel momento no causó más que gracia: “Debido al brillo de la pantalla. No sabíamos el peligro que realmente corríamos”, recordó. “En ese entonces, el tiempo parecía bastante tranquilo. Había un poco de llovizna, aunque nada que pareciera demasiado inquietante”, expresó a Edinburgh Live.
Sin embargo, al rato observaron la fotografía y se dieron cuenta de que los pelos erizados significaban algo más. “Nuestro instinto y nuestro nivel de física de la escuela secundaria nos hicieron sospechar que esto del pelo erizado probablemente no era algo bueno y que estábamos en una situación un poco peligrosa, así que rápidamente nos dirigimos de vuelta a nuestro coche”, manifestó la pareja. Mientras regresaban a su vehículo, les advirtieron de este hecho al resto de los turistas de la zona.
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