La rebelión contra la norma que impide que las escuelas públicas de Florida (EE.UU.) obliguen a llevar mascarillas a los alumnos se acrecentó con una nueva acción judicial contra el estado en medio de un repunte de la incidencia de la covid-19.
Varias familias del condado de Palm Beach y organizaciones floridanas ligadas a la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACPC) demandaron a la Justicia que bloquee la aplicación de las secciones relativas al uso de mascarillas de la llamada regla de emergencia 64DER21-12.
En la demanda presentada ante la Corte de Apelaciones del Distrito cuarto de Florida los demandantes alegan que el Departamento de Salud estatal se excedió en sus atribuciones con la prohibición de exigir mascarillas en las escuelas públicas que contiene esa norma.
“Exigir el uso de mascarillas como medida preventiva no constituye un peligro inmediato para la salud, la seguridad o el bienestar públicos”, dicen los demandantes.
Tal medida, de acuerdo con las leyes de Florida, solo estaría justificada para proteger al público si existiera un peligro inmediato y, por lo tanto, debe ser eliminada, subrayan.
No es la primera demanda en los tribunales de Florida contra una medida legal calificada de “irracional” por sus contrarios. Incluso, un juez rechazó este viernes una petición del Gobierno floridano para que desestimara una demanda anterior por ese motivo y la acción va a seguir su curso en los tribunales.
La Regla de Emergencia es consecuencia de un decreto del gobernador de Florida, Ron DeSantis, que determina que solo los padres pueden decidir si sus hijos lleva mascarillas a la escuela.
Hasta ahora cinco distritos escolares de Florida, los de los condados de Miami-Dade, Broward, Alachua, Palm Beach y Hillsborough, han desafiado la norma y establecido que los alumnos deben asistir con tapabocas a las clases, como recomiendan las autoridades sanitarias de EE.UU. y la asociación de pediatras del país.
DeSantis, a través de la Junta de Educación de Florida, dio este viernes un plazo de 48 horas a los distritos rebeldes para que apliquen la norma, so pena de sanciones como la retirada de fondos y salarios, pero la Administración del presidente de EE.UU., Joe Biden, les prometió ayuda económica llegado el caso.
MÁS CRÍTICAS CONTRA DESANTIS
El gobernador, republicano, cercano al expresidente Donald Trump y de quien se dice que aspira a ser candidato presidencial en 2024, se mantiene firme en ese planteamiento pese a la oposición que ha desatado y también en otra medida polémica que ha dado lugar a demandas judiciales: la prohibición de exigir certificados de vacunación en Florida.
Entre los demandantes ante la Corte de Apelaciones del Distrito Cuarto hay familias que tienen miembros vulnerables desde el punto de vista médico que podrían sufrir graves problemas de salud o la muerte si se contagian con la variante delta de la covid-19, según un comunicado de Southern Poverty Law Center (SPLC), una de las organizaciones incluidas en la demanda.
SPLC subrayó que DeSantis muestra un “patrón de decisiones tiránicas que politizan a los niños”.
Entre tanto, la escalada de contagios por covid-19 en Florida sigue sin freno, con 150.118 nuevos casos del 13 al 19 de agosto (151.468 en el periodo anterior de siete días).
El Departamento de Salud de Florida, que solo da cifras semanales los viernes, confirmó además la muerte de 346 enfermos de covid-19 y una tasa de positividad para el periodo del 13 al 19 de agosto del 19,8 %, cuando la anterior fue de 19,3 %
El repunte de los contagios ha causado una avalancha de ingresos que ha saturado los hospitales hasta contabilizar ya 16.849 pacientes por covid-19, con el 86,01 % de ocupación de camas.
Al mismo tiempo, la ocupación en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de Florida es de un 93,09 % y más de un 53,53 % corresponde a pacientes de covid-19 ( 3.584).
Desde el comienzo de la pandemia, en marzo de 2020, el estado de Florida ha reportado 3.027.954 casos de covid-19 y 42.252 muertes a causa de este virus, según el reporte de este organismo.
EFE.