La gran mayoría de los contagios tuvieron lugar en el estado de Nueva Gales de Sur, donde su jefa de Gobierno decidió extender el confinamiento vigente hasta el 10 de septiembre.
Por infobae.com
Australia superó este jueves los 1.000 contagios diarios de COVID-19 por primera vez desde el inicio de la pandemia en medio de su ola más virulenta debido a la variante delta del coronavirus.
En medio de una carrera para acelerar las vacunaciones, las autoridades sanitarias anunciaron 1.130 nuevos contagios, de los que la gran mayoría, 1.029, corresponden al estado sureño de Nueva Gales del Sur, el epicentro de la pandemia en el país.
La jefa del Gobierno de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, afirmó este jueves que la cuarentena se extenderá hasta el 10 de septiembre y que a partir del 13 se levantarán algunas restricciones en el estado a los hogares que tengan a todos sus miembros vacunados.
Berejiklian explicó que se les permitirá realizar actividades al aire libre, además de la hora de deporte que se aplica a todos, y que la medida busca equilibrar la seguridad ante la pandemia con el bienestar psicológico de las familias tras un confinamiento que rige en Sídney y zonas aledañas desde el pasado 26 de junio.
“Sabemos que las reuniones es lo que las familias echan más de menos”, dijo la responsable política en la rueda de prensa diaria sobre la pandemia.
Al mismo tiempo, se mostró optimista sobre el ritmo de las vacunaciones, tras haber superado las 6,2 millones de inoculaciones en el estado.
Los Gobiernos central y estatales esperan poder alcanzar entre el 70 y 80 por ciento de la vacunación de su población para relajar las restricciones y confinamientos y abrir las fronteras internacionales, cerradas desde marzo de 2020.
Hasta el momento más de 6,6 millones de australianos, o el 32,3% de los mayores de 16 años en el país, han recibido la pauta completa.
Tras cerrar sus fronteras e implementar confinamientos tempranos, Australia mantuvo a raya el coronavirus, pero la variante delta detectada primero en India está siendo más difícil de controlar y ha disparado los contagios acumulados en el país a más de 46.000, incluidos 986 fallecimientos.
Las autoridades han asumido que tendrán que abandonar su estrategia de la eliminación total del la pandemia y aprender a vivir con el coronavirus, quizá de forma indefinida.
“Aceptamos que (la variante) delta está aquí, aceptamos que tratar de conseguir cero contagios a lo largo de la nación, especialmente cuando se levantan las restricciones y se vive libremente, será una tarea imposible”, señaló el fin de semana pasado la propia