La mujer de 20 años se jactaba de orinar en los jugos de los niños e intercambiaba fantasías enfermizas con pedófilos en Internet.
Una madre británica que abusó sexualmente de sus hijos y los obligó a beber su orina fue atrapada por el FBI y entregada a un tribunal en Reino unido
Por Mirror
Traducción libre de lapatilla.com
La madre que no puede ser nombrada por razones legales, fue atrapada en un operativo del FBI el verano pasado, y el archivo pasó a las autoridades del Reino Unido, informó la Corte Oxford Crown.
También se descubrió que había intercambiado mensajes con un pedófilo desde que estuvo encarcelada durante más de una década después de una investigación de la Policía Metropolitana.
Tras encarcelarla durante seis años, el juez Nigel Daly declaró que “Encuentro este comportamiento bastante imposible de comprender. Como apreciará, cualquier cosa que aparezca en Internet con toda probabilidad permanecerá allí para siempre y usted ha sometido a sus propios hijos pequeños a esta posibilidad muy real”.
La fiscal Lisa Goddard contó al tribunal que las cuentas de Snapchat y Kik pertenecientes a la mujer de Oxfordshire fueron identificadas en una operación encubierta por parte del equipo de explotación infantil del FBI en mayo y junio.
La mujer que vivía con sus dos hijos, se orinaba en tazas y les hacía beber.
Un oficial encubierto del FBI, haciéndose pasar por un pedófilo, intercambió mensajes con la madre que delataban el inquietante interés sexual de la mujer en sus propios hijos y en otros: Sería “candente” ver a un hombre excitado sexualmente por los niños y envió una imagen de ella desnuda con el pie de un bebé tocando su trasero, escribió la mujer
Goddard leyó otro mensaje del acusado al oficial encubierto en el que decía que “necesitaba casarse con un pedófilo”.
También se descubrió que la mujer estaba intercambiando mensajes con un pedófilo que luego fue atrapado en una investigación de la Policía Met.
Parecía estar haciendo los arreglos para que sus hijos fueran abusados ??por el hombre, aunque la mujer aseguró “Realmente no quiero que sufran ni nada”.
La policía la arrestó el verano pasado y confiscó dos teléfonos en los que se encontraron 377 imágenes y videos indecentes de niños en la categoría más grave, incluidas películas que muestran la violación de bebés. Tenía 313 imágenes en la categoría B y 191 en la categoría C.
También se encontró en un teléfono una aplicación diseñada para ocultar archivos de imagen y video.
La mujer, que admitió agresión sexual a un menor de 13 años, actividad sexual con un menor, posesión de una imagen pornográfica extrema y realización y distribución de imágenes indecentes de menores. No tenía condenas previas.
Para mitigar, el abogado James Reilly alegó que su cliente estaba arrepentida y que “había tenido una infancia problemática. Quiere obtener toda la ayuda que pueda y tratar de seguir adelante” y agregó que quería enseñar inglés a adultos en el futuro.