Como de película. Una unidad de las fuerzas especiales del Ejército británico, el Servicio Aéreo Especial (SAS), se vio en la obligación de quedarse en Afganistán bajo el régimen de los talibanes debido a que se encontraba haciendo una operación y para salir de allí sin que hombres armados se percataran de ello tuvieron que emprender un escape bajo riesgo.
Por Semana
De acuerdo con varios medios británicos, cerca de 20 uniformados tuvieron que viajar cientos de millas, cruzando varios de los controles de carreteras de los militantes, en una flota de taxis. Pero todo con un particular detalle: llevaban puesto una burka para camuflarse como mujeres afganas.
Los hombres lograron evitar la captura ondeando banderas talibanes y alegando que iban a Kabul para recibir a los rebeldes como “libertadores heroicos”.
“El equipo SAS había estado en Afganistán durante meses en una misión secreta de reconocimiento cuando todo salió mal. Les dijeron que abortaran la operación y que se prepararan para una extracción inmediata a Kabul (…) Las tropas abandonaron la mayor parte de su equipo, excepto sus armas y municiones y se cubrieron con burkas”, relató una fuente al diario británico Daily Star.
Para leer la nota completa, aquí