Las escuelas y liceos en el Municipio Torres, el segundo más importante del estado Lara, muestran el rostro visible de la falta de atención del régimen chavista. La infraestructura escolar se encuentra en el suelo y los profesores han desertado debido a la crisis que atraviesa Venezuela, buscando alternativas que les permitan sobrevivir a esta compleja situación.
Por: Yanitza Martínez La Patilla
Cerca del 70% de las instituciones educativas públicas en Carora no están en condiciones físicas para el retorno a las clases presenciales previstas en octubre. La Coalición Sindical en Torres ya venía denunciando esta situación, incluso antes de la pandemia.
No es solamente el deterioro de las edificaciones, sino las condiciones básicas requeridas para impartir clases como el servicio de agua, internet, electricidad, alimentación y recreación.
El Grupo Escolar Ramón Pompilio Oropeza, uno de los principales y más antiguos planteles en Carora, presenta filtraciones en los techos, no cuenta con agua permanente y las áreas para la recreación de los estudiantes se encuentran con maleza y sucias.
Luzbelly Quintero, representante sindical en Torres, ha mencionado que uno de los problemas en el sistema educativo de Carora ha sido la falla constante con el agua potable, asegurando que 4 de cada 5 instituciones no cuentan con el servicio de manera permanente, situación que pondría en riesgo la salud del estudiantado y personal, pues no podrán cumplir con el protocolo preventivo del Covid-19.
A nivel de educación media, Quintero mencionó que los liceos Madre Emilia y Andrés Bello están en las mismas condiciones, porque tampoco han recibido mantenimiento preventivo. Agregó que las autoridades iniciaron una serie de trabajos de adecuación y rehabilitación de espacios, pero fueron dejados a medias.
Yamileth Oropeza, docente del Centro de Educación Inicial Simón Rodríguez, enumeró cada una de las necesidades que tienen en el preescolar cuyas paredes no se pintan desde hace más de seis años y el techo presenta un severo deterioro, al extremo de que en cualquier momento puede desplomarse.
Sobre el mantenimiento y limpieza de este centro educativo, la docente dijo que el personal para el aseo no recibe dotación de implementos de limpieza desde hace más de ocho años.
Ante este panorama poco alentador, en el Municipio Torres está en jaque el retorno a clases presenciales, ya que las condiciones no están dadas para brindar una educación de calidad. A esto hay que añadir la falta de combustible y dinero en efectivo más el déficit de transporte público para la movilización del personal y estudiantes, situación que se extiende hacia el resto de las parroquias de este extenso municipio.