Las versiones son encontradas frente a la premura del régimen de Nicolás Maduro por rematar en un plan de vacunación en 70% y teniendo menos de 30 días para el inicio del año escolar presencial, además de la posibilidad de seguir esperando por las segundas dosis de la Sputnik V, en lapsos que pueden extenderse hasta por 180 días para algunos de esos 600 mil venezolanos rezagados.
Los expertos advierten esa prolongación en tiempo, que debería considerarse de acuerdo a lo estipulado por las autoridades sanitarias rusas, para conservar la memoria inmunológica con un esquema completo con este biológico ruso. Pero cuestionan la falta de información precisa acerca del reciente lote de 690 mil dosis recibidas por la dictadura.
La naturaleza se empeña en ser cambiante y así el coronavirus sigue transformándose, mientras aquel grupo vulnerable con la primera dosis de la Sputnik V se debate entre la incertidumbre de esperar, combinar o reiniciar el esquema.
Dichas bases quedaron sentadas a partir de la dificultad en la producción rusa del segundo componente, quedando en deuda con varios países.
El primer anuncio fue en abril de 2021, cuando el centro Gamaleya estableció la prórroga de 21 a 90 días, y ya para julio el Fondo Ruso de Inversión Directa advertía la posibilidad de finalizar el esquema vacunal en 180 días.
“Lo importante es tener la memoria inmunológica completa, porque se conocen las razones del retraso, pero es preciso la continuidad con este biológico ruso“, señaló Huniades Urbina, secretario general de la Academia Nacional de Medicina, al celebrar la llegada de 690 mil dosis, como un adelanto del mecanismo Covax que promete 11 millones de dosis chinas, tal como lo confirmaron desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Confiesa que esa manera de actuar desde las autoridades oficiales, incluso con un silencio desde mayo de 2021 sobre el recibimiento de vacunas, deja la impresión que se trata de anuncios para calmar la preocupación colectiva, pero sigue ese vacío en los detalles del protocolo, que no termina de convencer cuando estiman llegar a cubrir los 300 mil diarios, con una matemática para los expertos que debería superar las 450 mil y así poder cumplir con un significativo avance en la necesaria inmunización de rebaño del 70%.
Todas las discusiones se centran en esa garantía de efectividad desde la Sputnik V.
Lo confiable se conserva, tal como lo recuerda el infectólogo Antonio González Mata, para evitar iniciar de un nuevo esquema con otra vacuna. Todo bajo la orientación del laboratorio productor y considerando las dificultades para la elaboración del segundo componente.
Un clima de seguridad que puede nutrirse de la información oportuna de parte del régimen chavista o autoridades sanitarias, en función de la planificación y hasta distribución por las áreas de mayor impacto de contagios, considerando que se han reportado más de 341 mil infectados durante la pandemia por covid-19.
Si todo estuviera bajo control, señala Luzmila Leal, titular de Médicos Unidos en Lara, no se perdería tiempo con la opacidad en los datos. La ciudadanía estaría conforme con la realidad y ajustada a las exigencias sectorizadas, así como el abordaje más pertinente en esa vacunación masiva para hacerle frente a la agresividad del virus.
Una cadena que termina de ajustarse con el llamado de conciencia y aún vacunado, mantenerse en prevención desde la bioseguridad.
Con información de LA PRENSA DE LARA