La enfermedad renal crónica (ERC) se ha convertido es uno de los principales retos en el sistema de salud pública de México al ser un padecimiento catastrófico por el número creciente de casos y los altos costos de inversión para su tratamiento, según un grupo de especialistas.
Alrededor de 380 especialistas concluyeron este jueves la conferencia Renal Round dedicada a ofrecer información sobre la enfermedad renal crónica (ERC), anemia en pacientes con ERC y la situación del metabolismo mineral óseo en el paciente renal, entre otros.
Los especialistas destacaron que la gravedad en el tratamiento de la ERC se agudiza por el número limitado de recursos humanos especializados, la detección tardía y las altas tasas de mortalidad.
Las dos causas principales de la ERC son la diabetes y la presión arterial alta, que son responsables de hasta dos tercios de los casos registrados.
“La enfermedad crónica renal es un padecimiento que incluye estados que dañan los riñones y disminuyen la capacidad de desempeñar sus funciones esenciales como equilibrar el nivel de agua, sodio, potasio, fósforo y calcio en el organismo”, indicó el doctor Max Saráchaga, director médico de Amgen México.
La ERC dificulta también la eliminación de las toxinas y medicamentos, además de producir hormonas que ayudan a regular la presión sanguínea, producir glóbulos rojos y mantener los huesos fuertes.
El avance de la ERC puede presentar complicaciones como presión arterial alta, anemia, huesos débiles —causando fracturas—, malnutrición y daño a los nervios, aseguró el doctor Saráchaga
Los signos y síntomas de la enfermedad renal crónica se desarrollan con el paso del tiempo y el daño renal suele avanzar lentamente.
Los pacientes con este padecimiento pueden presentar náuseas, vómitos, pérdida de apetito, fatiga y debilidad, problemas de sueño, cambios en la producción de orina, disminución de la agudeza mental, espasmos musculares y calambres, hinchazón de pies y el tobillo y presión arterial alta.
Durante las diversas ponencias de Renal Round, organizado por la empresa Amgen, los especialistas ahondaron en las repercusiones que la ERC genera en el paciente y discutieron cuáles son los mejores abordajes de tratamiento.
En el caso de la anemia por ERC, el tratamiento consiste principalmente en corregir la falta de hierro y la administración de agentes estimulantes de la eritropoyesis que ayudan a producir glóbulos rojos al estimular su formación por el mismo mecanismo por el cual la EPO lo hace en el cuerpo.
Durante el panel de discusión “Situación del metabolismo mineral óseo en el paciente renal, perspectiva de México” los especialistas reafirmaron la importancia de conocer la fisiopatología de la enfermedad mineral ósea (EMO) —como complicación de la ERC— ya que ésta se relaciona con eventos cardiovasculares que constituyen la principal causa de morbimortalidad en pacientes con enfermedad renal crónica.
Los médicos insistieron en que los pacientes que están en riesgo o que ya tienen un diagnóstico de EMO deben de ser orientados para recibir un tratamiento multidisciplinario.
EFE.