Desde hace cuatro años, en la urbanización Villa Icabarú, ubicada en Puerto Ordaz, municipio Caroní, vecinos claman por la presencia de Corpoelec. Piden atención para la recuperación del servicio en su totalidad.
Por: Corresponsalía La Patilla
Contaron que durante ese tiempo han introducido al menos unas cuatro cartas de reclamo, pero todavía no han obtenido una respuesta contundente por parte del ente gubernamental de la región. Mencionaron que solo les dicen que deben esperar porque “no hay transformadores”, lo que los ha llevado a solicitar ayuda también en instituciones privadas.
Johana Cotua, uno de los vecinos afectados, narró que la situación se ha ido agudizando y constantemente se generan bajones eléctricos. Sin embargo, todo empeoró el pasado 7 de septiembre del 2021 cuando uno de los transformadores de 75 Kw que alimenta cinco manzanas del conjunto habitacional, explotó.
Dicho estallido perjudicó a 50 viviendas, lo que equivale a 60 familias.
Debido a la explosión, el transformador expelió un aceite que se expandió por una de las residencias cercanas al banco del voltaje de corriente, ocasionando que sus propietarios tuvieran que abandonar la estructura.
Esta situación también afectó a otra casa y varios vehículos.
Cotua manifestó que ese es el segundo transformador que queda fuera de servicio. “ese día acudieron trabajadores de la estatal pero solo lograron restablecer una fase, el voltaje 110; en las casas solo un 50% de los interruptores cuenta con la energía”.
Actualmente, solo cuentan con el funcionamiento de un transformador de 100 Kw que no cubre la capacidad requerida. Aseguran que necesitan mínimo dos ese mismo voltaje, puesto que la población habitacional ha aumentado.
Por su parte, Orlando Ortiz, también habitante afectado, coincidió con Cotua en que no han podido obtener la atención de Corpoelec, es por ello que instó a los entes regionales y nacionales para que se aboquen a la problemática y den una solución.
Sin aseo y sin gas
También denunciaron las fallas en la recolección del aseo urbano y el gas doméstico. Relataron que hace una semana, luego de tres meses, se realizó un operativo de venta de las bombonas de gas.
Algunos han tenido que solventar con leña y otros con cocinas eléctricas. Mientras que en referencia a la basura, señalaron que deben contratar un servicio privado para botarla, aunque no siempre cuentan con ello y los desechos terminan acumulándose.
Lamentaron que una zona donde residen profesores y maestros jubilados este en decadencia ante la indolencia de los entes gubernamentales.