La falla en el servicio de agua a través de tuberías se agudizó desde el 2018 en la urbanización Caujaro, en Ciudad Guayana. Más de 490 familias se ven afectadas ante esta situación, teniendo que pagar hasta 8 millones de bolívares por agua potable.
Por: Corresponsalía La Patilla
Jhosman Ascencio, un habitante con más de 30 años residiendo en la zona, contó que innumerables cartas de reclamos han sido entregadas al personal de la Hidrológica Bolívar (Hidrobolívar) pero es poca la respuesta y solución que les han aportado.
Recordó que para el 2019, luego de varios intentos de contacto, efectivamente una cuadrilla de Hidrobolívar junto con la comunidad hizo una reparación en la tubería principal que va conectada al acueducto industrial. Se estimaba que el 100% de la comunidad sería abastecida. Sin embargo, la problemática se hizo más crítica.
De acuerdo con Ascencio, de las 498 casas que conforman el conjunto habitacional solo a tres les llegaba el servicio de agua por la tubería, mientras que el resto cuenta con el servicio solo por horas. Además, agregó que en la mayoría de las veces llegan a esperar hasta un mes para contar con el suministro y se ven obligados a acudir a las casas vecinas para llenar sus “pipotes”.
Una de las opciones que aplican los ciudadanos es asistir a una toma de agua que se encuentra a varias cuadras del urbanismo, ubicada en la avenida Caracas. Paralelamente, otros se trasladan en sus vehículos y la gran mayoría lo hacen con una “carrucha”.
Existen numerosos casos donde los habitantes han tenido que pagar por la recarga de botellones de agua potable, cuyo costo ronda entre los 500 mil bolívares en efectivo y 600 mil en pago móvil. Es decir, en una casa suelen gastar hasta 8 millones de bolívares semanales para abastecerse.
Por su parte, Ascencio mencionó que hace cuatro meses otra tubería cedió en una de las veredas del sector I del urbanismo y hasta el momento no ha sido reparada. Aseguró que los repuestos que se necesitan oscilan entre los 200 dólares y los afectados carecen de recursos para costear los gastos mencionados.
“Los vecinos tienen disposición de arreglar el problema, pero muchos no contamos con los recursos. Por eso acudimos a los representantes gubernamentales para que presten el apoyo con los materiales que se necesitan, aunque tampoco nos atienden”, añadió el afectado.