La junta militar que controla el poder en Guinea-Conakri desde el golpe de Estado del pasado día 5 contra el presidente, Alpha Condé, inició este martes una ronda de diálogo nacional con los principales actores sociopolíticos del país con vistas a alcanzar un acuerdo para formar un gobierno de transición.
Las conversaciones, que se desarrollarán hasta el próximo viernes, comenzaron hoy a puerta cerrada con los líderes de los partidos políticos en el Palacio del Pueblo, en Conakri, sede de la Asamblea Nacional y escenario habitual de eventos destacados en el país.
Los golpistas, que formaron un Comité Nacional de Agrupación y Desarrollo (CNRD, por sus siglas en francés) bajo el liderazgo del coronel Mamady Doumbouya, recibirán también a lo largo de la semana a líderes de las diferentes confesiones religiosas, a dirigentes de la sociedad civil y sindicales y a representantes de sectores clave de la economía, como la banca o la minería, entre otros.
El principal líder de la oposición, Cellou Dalein Diallo, presidente de la Unión de Fuerzas Democráticas de Guinea (UFDG), afirmó hoy a la salida de la reunión que muchos participantes pudieron expresar su postura tras escuchar a Doumbouya.
Según Diallo, citado por medios locales, el líder de la junta militar “dijo que deseaba contar con el aporte de todos los actores políticos en la construcción de esta transición, en la definición de sus misiones y sus términos”.
UN LÍDER GOLPISTA CON “BUENA FE”
“Nos reconfortó saber que nadie será excluido y que se tendrán en cuenta las propuestas que se hagan, y que sean acordes con los mejores intereses de la nación”, añadió ese jefe opositor, quien perdió las elecciones presidenciales de 2020 frente a Alpha Condé, al remarcar que cree que el coronel actúa con “buena fe”.
El presidente del Bloque Liberal (BL), Faya Lansana Millimouno, señaló, tras dejar el Palacio del Pueblo, que “la conclusión es que la oportunidad está ahí”.
“Este tipo de oportunidades surgieron en el pasado. Se deslizaron bajo nuestras manos. Este momento puede ser el adecuado si todos trabajan para que este período de transición sea un éxito, no para ellos, sino para Guinea”, apuntó Millimouno.
Por su parte, el presidente de la Unión de Fuerzas Republicanas (UFR), Sidya Touré, explicó: Doumbouya “anunció, en un marco inclusivo, que podemos unirnos por una nueva Guinea”.
“Vamos a presentar un memorando para dar nuestro apoyo a esta transición que permitirá construir cambios”, subrayó Touré.
Con esta mesa de diálogo, el CNRD cumple la promesa realizada después del derrocamiento de Condé de impulsar “una consulta nacional para abrir una transición incluyente y pacífica”.
CONDÉ, DETENIDO DESDE EL GOLPE
Condé, de 83 años y en el poder desde 2010, fue derrocado y detenido el pasado 5 de septiembre por miembros del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército liderados por Doumbouya.
El coronel justificó la asonada por “la falta de respeto a los principios democráticos, la politización excesiva de la administración pública, la mala gestión financiera, la pobreza endémica y la corrupción” en el país.
Los principales líderes de la oposición guineana respaldaron posteriormente los principios y objetivos expresados los militares.
El pasado 18 de octubre, Guinea-Conakri celebró unos comicios en los que Condé optó a un polémico tercer mandato, no permitido en principio por la Constitución, tras un referéndum en marzo de 2020 para cambiar la Carta Magna, aprobado con un 91,5 % de votos.
Según algunos observadores, ese cambio forzado, que provocó violentas protestas con víctimas, hizo al presidente vulnerable a una intentona golpista.
El golpe contra Condé, sin embargo, fue condenado por la comunidad internacional y desembocó en que tanto la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) como la Unión Africana suspendieran a Guinea-Conakri de todas sus instituciones.
Guinea-Conakri es uno de los países más pobres del mundo, pero posee un importante potencial minero, hidráulico y agrícola.
Sus reservas de bauxita, materia prima para producir aluminio, son unas de las más importantes el mundo y atrajeron en los últimos años a inversores de China, Rusia y Francia.
EFE