Las familias estadounidenses con hijos menores de 17 años comenzarán a recibir, desde este 15 de septiembre, una ayuda financiera de parte del gobierno federal que puede ascender hasta los 3.600 dólares.
Por Periódico Cubano
El fondo aprobado por la administración de Joe Biden bajo el título de Crédito Tributario Ampliado por Hijos (Extender Child Tax Credit) beneficiará a cerca de 39 millones de familias estadounidenses y que como requisito fundamental tengan al día el pago de sus impuestos y toda la información actualizada en el IRS.
¿Cuándo dinero recibirá la familia que tenga un menor de edad?
La distribución contempla 3.600 dólares por cada niño menor de 6 años y la cifra va disminuyendo en la medida que la edad crece. De tal forma, en las edades comprendidas entre 6 y 17 años se distribuye un monto entre 3.000 y 2.000 dólares.
El pago que hace el IRS no será en ningún caso en una sola exhibición, sino que se irán abonando en pequeñas cuotas de entre 250 y 300 dólares hasta acumular el saldo total. Es por eso por lo que la operación de entrega de cheques comienza este 15 de septiembre y estará vigente hasta diciembre de 2021 cuando se prevé entregar los últimos cheques.
La ayuda para las familias con hijos forma parte del Plan de Rescate Nacional que ha funcionado como un salvavidas para que los gobiernos estatales eviten recortes de fondos para los servicios públicos y puedan expandir los programas como Medicaid, seguro de desempleo y beneficios de nutrición.
Para las personas y las familias, los recursos provistos en la Ley proporcionarán miles de dólares en beneficios directos, lo que marcará la diferencia entre las personas que tienen un techo sobre sus cabezas y comida en la mesa o enfrentan la falta de vivienda y el hambre. A nivel nacional, se estima que la pobreza se reducirá en más de un tercio, e incluso más para las personas negras, de ascendencia latinoamericana y los niños.
En el caso de Miami el Center on Budget and Policy Priorities estima que cerca de 4 millones de familias se beneficien del dinero que está pensado para reducir la pobreza infantil que pudo haberse generado producto de los meses de crisis económica generado por el COVID-19, cuando las actividades económicas no esenciales tuvieron que detenerse.