Una mujer que quedó en coma y fue hospitalizada con las costillas rotas después de que un grupo de vacas la atacara se ha abierto a la terrible experiencia que también dejó a su perro muerto.
Traducción libre de lapatilla.com
Pip Peacock, de 63 años, caminaba en Magpie Mine en Sheldon, Derbys., Cuando se cayó cuando una sola vaca se acercó a ella, seguida de varias más que la patearon y la voltearon hasta que intervinieron valientes espectadores.
La maestra jubilada resultó tan gravemente herida que la tripulación de Derbyshire, Leicestershire y Rutland Air Ambulance tuvo que trasladarla al hospital Northern General en Sheffield.
Allí, la pusieron en coma inducido durante ocho días y pasó otras dos semanas en el hospital recuperándose de sus heridas, informó The Mirror.
Pip se quedó con 34 fracturas en las costillas, una clavícula rota, ligamentos del hombro rotos y un dedo roto, así como heridas graves en la pierna izquierda y la rodilla derecha.
Buster, el labrador negro de 13 años de Pip, murió tristemente en el ataque.
Pip dijo sobre el ataque que ocurrió en septiembre de 2019: “Lo primero que recuerdo sobre el ataque es una vaca que venía por mí. Luego estaba tirado en el suelo y me patearon y voltearon varias veces.
“Traté de gritar pidiendo ayuda pero no tenía voz.
“Puse mis manos sobre mi cabeza y recité el Salmo 23: ‘El Señor es mi pastor; nada me faltará. Él me hace descansar en verdes pastos’. Me sentí muy en paz porque mi fe significa que no le temo a la muerte.
“De repente, escuché voces y dos hombres y una mujer vinieron. Los hombres fueron increíblemente valientes y ahuyentaron a las vacas.
“Esta no fue una tarea fácil. Podía escucharlos gritar y estaba preocupado de que las vacas los atacaran”.
“Usaron sus palos y trípodes de cámara para alejar a las vacas. La mujer se quedó y me habló”.
Las vacas han matado a 74 personas en los últimos 15 años en el Reino Unido, según muestran los datos.
Pip, que vive con 17 placas de titanio que ahora mantienen unida su caja torácica, ahora está recaudando dinero para la organización benéfica Air Ambulance que le salvó la vida.
Se propuso el desafío de caminar 1,000 millas en un año, para recaudar fondos vitales para Derbyshire, Leicestershire y Rutland Air Ambulance, que voló a su rescate.