En la localidad alemana de Ravensbrück, a 90 kilómetros de Berlín, los nazis hicieron construir en 1939 el único campo de concentración destinado exclusivamente a mujeres.
Por BBC
Ravensbrück significa en alemán “puente de los cuervos”, y en aquel campo de concentración se escuchaba siempre el graznido de esos pájaros negros, que acudían al lugar atraídos por el olor a carne quemada que salía de sus cuatro hornos crematorios.
Aunque transcurrido un tiempo la mayoría de mujeres que entraban en Ravensbrück eran trasladadas a otros campos, unas 50.000 prisioneras perecieron allí a causa de las durísimas condiciones a las que estaban sometidas y otras 2.200 fueron asesinadas en sus cámaras de gas.
En total, unas 132.000 mujeres procedentes de 40 países padecieron humillaciones y atrocidades varias durante su estancia en el campo de concentración de Ravensbrück. Entre ellas, un grupo de 400 españolas.
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