Desespero e impotencia es lo que sienten miles de personas al no poder cruzar los puentes internacionales Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y Unión, que unen a Venezuela con Colombia por la frontera de Táchira.
Por: Corresponsalía LaPatilla
Quienes logran la travesía de cruzar a Colombia para comprar alimentos y medicamentos, repudian los controles de seguridad a los que son sometidos por parte de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.
Mariela Salas manifestó que es necesario abrir la frontera para comprar sus medicinas, pues en Venezuela representan un alto costo. “El paso es difícil, hay que llorar, inventar y suplicar para que uno lo dejen pasar por el puente para ir a buscar la medicina”, denunció.
Otras personas hacen grandes sacrificios para comprar los pesos colombianos y llegar hasta el sector La Parada, la primera población de Colombia donde los venezolanos adquieren alimentos y medicamentos. Quienes no pueden pasar por el corredor humanitario, cruzan por las trochas, pasos ilegales que son custodiados por colectivos y bandas paramilitares bajo la complacencia del régimen chavista.
Con más de 25 años de servicio como enfermera, Isabel Martínez detalló que su sueldo solo le alcanza para comprar un pan, por lo que, para comprar los fármacos que requiere su esposo, quien es paciente oncológico, debe hacer “maromas” para juntar el dinero necesario y trasladarse hasta Cúcuta en Colombia. “Queremos que se apiaden de nosotros los venezolanos, pues no es justo el trato que nos dan, ni tampoco lo que estamos viviendo”, expresó.
La colectividad clama que se flexibilice la medida y se permita el paso peatonal, pues de este modo se reducirían las “matracas” de las cuales son víctimas los hombres y mujeres que cruzan por los pasos ilegales en la frontera colombo-venezolana.