EEUU investigará las agresiones contra los inmigrantes haitianos en Texas

EEUU investigará las agresiones contra los inmigrantes haitianos en Texas

La Patrulla Fronteriza de los EE.UU. intenta evitar que un inmigrante haitiano llegue al campamento – AFP

 

El gobierno federal de Estados Unidos investigará el trato que la policía montada del servicio de fronteras a peticionarios de asilo haitianos que trataban de ingresar en el país, después de que los medios publicaran el lunes imágenes que mostraban a agentes a caballo hostigando a los inmigrantes. El propio secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo el lunes que las imágenes le horrorizaron, durante una visita al punto en la frontera en que miles de inmigrantes viven hacinados bajo un puente a la espera de noticias de su repatriación. Ese campamento está siendo vaciado y desmantelado.

Por ABC





En el campamento en la localidad tejana de Del Río ha llegado a haber 15.000 inmigrantes, en su gran mayoría haitianos que huyen de la miseria y la violencia en su país. De momento, han sido extraídos de allí unos 6.000, en su mayoría trasladados a otros centros. Mientras, el domingo comenzaron los vuelos de repatriación a Haití, tres diarios, con capacidad para un centenar de inmigrantes en cada uno de ellos.

Mayorkas visitó la frontera justo cuando el gobierno ordenó su cierre en ese punto que une Del Río con Ciudad Acuña, en México. Para impedir el ingreso ilegal desde México, el servicio de Aduanas y Frontera envió a policías a caballo, que capturaron a los inmigrantes y les expulsaron. En la zona había fotógrafos que tomaron unas imágenes que circularon en medios estadounidenses y redes sociales, y provocaron la reacción de Mayorkas.

Según dijo el secretario a la cadena CNN, «cualquier maltrato o abuso de un migrante es inaceptable». Agregó: «Las imágenes que he observado me preocupan profundamente». La misma noche del lunes, el departamento de Seguridad Nacional dijo en un comunicado que investigará esas cargas a caballo. Hay en Del Río 600 agentes del departamento de Seguridad Nacional para asegurar la zona.

Los inmigrantes, que en su inmensa mayoría son haitianos, cruzan el río Bravo a nado, para tratar de pedir asilo. Haití, un país de 11 millones de habitantes, ha sido golpeado recientemente por el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio. Un terremoto de magnitud 7.2 en agosto que destruyó miles de hogares. Ya antes era la nación más pobre de toda América Latina. Los haitianos huyen como pueden a otros países americanos y cruzan México para pedir asilo en EE.UU.

Estas personas en principio deberían tener el derecho de pedir asilo, pero el expresidente Donald Trump dictó al inicio de la pandemia un decreto que permite la expulsión en caliente de todos los que crucen, legal o ilegalmente, por razones sanitarias. Biden ha mantenido esa media, aunque el lunes quitó la prohibición de entrada de extranjeros desde Europa.

En sus recientes declaraciones públicas, el secretario Mayorkas se ha hecho eco del mensaje del propio Biden y su propia vicepresidenta, Kamala Harris, cuando han hablado de inmigración. «No vengan, si entran ilegalmente a EE.UU., serán devueltos», ha dicho a los haitianos.