La aparición de una nueva boca eruptiva en el volcán Cumbre Vieja, que entró en erupción el domingo en la isla de La Palma, en el archipiélago español de Canarias, obligó a evacuar a 500 personas más de la zona, lo que eleva a 6.000 el total de desplazados.
“Aparece una nueva boca eruptiva en Tacande, El Paso”, tuiteó el servicio de emergencia del archipiélago el lunes por la noche. “Se procede a la evacuación de la población”, alertó.
“Unas 500 personas” tuvieron que abandonar su domicilio en la noche, confirmó a la AFP el martes por la mañana Lorena Hernández, concejal municipal en Los Llanos de Aridane, una de las localidades más afectadas por las coladas de lava.
La apertura de esta boca eruptiva se produjo tras registrarse un nuevo seísmo de una magnitud de 4,1 a las 21H32 (20H32 GMT), según el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).
Imágenes de AFPTV mostraban filas de autos durante la evacuación de la noche.
Las coladas de lava que expulsa el volcán Cumbre Vieja, que han ralentizado su velocidad, todavía no habían alcanzado el mar en la mañana del martes, pese a que las primeras previsiones apuntaban a una llegada a la costa en la noche del lunes.
El volcán expulsa columnas de humo que alcanzan centenares de metros de altura y entre 8.000 y 10.500 toneladas de dióxido de azufre por día, según Involcan. Pese a ello, el espacio aéreo de la isla no ha sido cerrado.
El gestor español de aeropuertos Aena anunció el martes por la mañana que todos los vuelos previstos para el lunes en el aeropuerto de La Palma lograron operar, y otros 48 estaban programados para el martes.
Aunque no ha dejado ninguna víctima, esta erupción, la primera desde 1971 en esta isla de casi 85.000 habitantes, ha causado daños importantes: las ardientes coladas arrasan con todo a su paso y ya han destruido un centenar de viviendas, además de dejar numerosos destrozos materiales y naturales. AFP