Mientras se esfuerza en lidiar con la llegada de miles de migrantes haitianos en la frontera sur, la Administración Biden está buscando una empresa privada para que opere un centro de detención de migrantes en la base naval estadounidense de la bahía de Guantánamo, en Cuba, con el requisito de que algunos de los guardias hablen creole y español, según registros públicos consultados por nuestra cadena hermana NBC News.
El poco conocido centro de detención de migrantes en la base naval tiene la capacidad de albergar a 120 personas, según los documentos. Pero “tendrá una población diaria estimada de 20 personas”, según se lee en la licitación que emitió el viernes el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés).
“El proveedor del servicio será responsable de contar en el sitio con el equipo necesario para erigir albergues temporales para una población que exceda los 120 y sea de hasta 400 migrantes en una eventual oleada”, se lee en la licitación.
No hay ninguna indicación directa en los registros de que la Administración Biden planee transferir a los migrantes que están en la frontera sur a la bahía de Guantánamo. Recientemente, los migrantes rescatados en el mar eran alojados allí durante periodos breves.
En respuesta a una solicitud de comentario por parte de NBC News, DHS dijo que “no envía y no enviará a ciudadanos haitianos hallados en la frontera suroeste al Centro de Operaciones de Migrantes [MOC, en inglés] en la bahía de Guantánamo. Durante décadas se ha usado el MOC para procesar a migrantes interceptados en el mar para reubicarlos en otros países. La solicitud de información publicada recientemente es una respuesta típica y de rutina, un primer paso en una renovación de contrato, y que no está relacionada con la frontera suroeste”.
A la bahía de Guantánamo se le conoce por ser el sitio de una prisión para sospechosos de terrorismo de gran peligro. Entre los detenidos allí se encuentra Khalid Sheikh Mohammed, el autor intelectual confeso de los atentados del 11 de septiembre de 2001, quien está siendo juzgado por una comisión militar.
Pero desde hace mucho la base ha incluido un centro de detención de inmigrantes del DHS, un lugar con un pasado controvertido relacionado con Haití.
Durante la Administración de George H.W. Bush de 1991 a 1993, cuando muchos haitianos intentaron huir del país para buscar asilo en Florida, alrededor de 12,000 migrantes de ese país fueron enviados a Guantánamo bajo una política que supervisó el entonces fiscal general William Barr.
Defensores de los inmigrantes aseguraron en ese momento que la política fue impulsada en parte por el hecho de que algunos de los haitianos eran positivos al virus del VIH.
“Es muy preocupante que la Administración esté considerando usar Guantánamo para detener a solicitantes de asilo haitianos u otras personas”, dijo Wendy Young, presidenta del grupo de defensa de inmigrantes Kids in Need of Defense (Niños que necesitan protección). “Es una sensación de déjà vu“, agregó.
Guantánamo “se utilizó a principios de la década de 1990 y demostró ser muy deficiente en términos de brindar los servicios que las familias y los niños migrantes necesitan con urgencia, incluyendo representación legal”, explicó Young. “En vez de recurrir a una respuesta basada en la disuasión y la aplicación a rajatabla de la ley, la Administración debería cumplir con su obligación legal y ética de permitir que los haitianos soliciten asilo. Las condiciones en Haití destacan lo esencial que es esto”, agregó.
Todos los Gobiernos de los últimos años han gastado millones de dólares en infraestructura en estas instalaciones del DHS, construyendo planchas de cemento para colocar carpas y edificios con letrinas rudimentarias.
El expresidente Donald Trump habló de enviar migrantes allí, pero nunca lo hizo, según un libro de un autor que fue identificado después como Miles Taylor, un exfuncionario del DHS.
“Antes de que el presidente pudiera defender públicamente el concepto, los funcionarios lo rechazaron”, escribió Taylor.
La nueva licitación del DHS establece que el ganador tendrá que proveer carpas y catres y que “el contratista debe poder ensamblarlos y tenerlos listos con poca antelación”, y agrega: “Además, el proveedor de servicios debe mantener una lista de al menos 50 personas que cumplan con los requisitos mínimos para el trabajo de oficial de custodia desarmado y tener un plan de contingencia viable para desplegar a estas personas en un lapso de 24 horas posterior a la notificación”.
Añade: “Al menos el 10% del personal agregado debe dominar el español y el creole haitiano. El transporte aéreo desde y hacia las instalaciones es responsabilidad exclusiva del proveedor de servicios”.