Adaptándose a su nueva vida en Rhode Island, el migrante haitiano Castro Gustin reflexiona sobre la reciente y peligrosa odisea de 9,000 millas a la que sobrevivió con su esposa y su hija de dos años.
Por Univision
“Todo salió bien”, dice aliviado durante una entrevista telefónica con Univision Noticias.
Su extraordinario viaje, que comenzó en Santiago de Chile el 3 de julio y terminó un mes después tras llegar a Del Río, Texas, es de repente una historia común de miles de migrantes haitianos que luego acabaron acampados bajo un puente cerca de la frontera con Estados Unidos la semana pasada.
“Tuvimos suerte. Cuando llegamos a Del Río apenas había nadie y las autoridades de inmigración nos procesaron rápidamente”, añadió el joven de 25 años en un español casi fluido, aprendido tras cuatro años de vivir en Chile.
La migración masiva de haitianos a la frontera de Texas era totalmente predecible y, sin embargo, pareció coger al gobierno estadounidense por sorpresa, según los expertos, lo que plantea preguntas preocupantes sobre la gestión de la respuesta por parte de la Casa Blanca.
Los medios de comunicación estadounidenses, entre ellos Univision Noticias, habían estado siguiendo el movimiento de los haitianos durante varios meses, especialmente el gran número de personas que realizaban el peligroso viaje a través del Tapón del Darién.
Según las autoridades panameñas, unas 80,000 personas -el 70% de ellas haitianas- han cruzado a Panamá desde Colombia en lo que va de año. El ritmo se aceleró en el verano, con hasta 20,000 en agosto.
El puente de Del Río
La falta de preparación condujo a las condiciones inhumanas bajo el puente de Del Río, Texas, así como a las impactantes escenas de agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo intentando intimidar a los migrantes para que cruzaran el Río Grande.
¿Por qué al gobierno de Joe Biden le tomó tan desprevenido, especialmente después de las experiencias anteriores con las ‘caravanas’ de migrantes de Centroamérica?
“Lo que me sigue sorprendiendo es que ni Estados Unidos ni México parecen tener inteligencia y capacidad para monitorear cómo la gente está siendo contrabandeada a través de México”, dijo Ali Noorani, presidente del Foro Nacional de Inmigración.
“A menos que 3,000 hondureños se alineen en una caravana, empujando cochecitos de bebé. ¿Son tanto México como Estados Unidos incapaces de entender cómo se mueve la gente en grandes cantidades?”, añadió.
Según las entrevistas con migrantes haitianos, funcionarios estadounidenses, analistas de Haití y expertos en inmigración, una confluencia de factores parece haber provocado el repentino y brusco aumento en Del Río, un campamento improvisado que terminó siendo despejado completamente este viernes.
Entre esos factores está el hecho de que muchos migrantes perdieron sus trabajos en América Latina debido al covid-19, así como la confusión sobre las políticas de inmigración de la administración de Biden.
Miles de haitianos han quedado atrapados en las ciudades fronterizas de México desde 2016, cuando el gobierno de Obama puso fin a una política que inicialmente les permitió entrar por razones humanitarias tras el devastador terremoto de 2010 en la capital haitiana, Puerto Príncipe, que acabó con la vida de 250,000 personas. Otros miles emigraron a Chile y Brasil con la esperanza de llegar a Estados Unidos.
Confusión sobre TPS
El 3 de agosto, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, otorgó un nuevo Estatus de Protección Temporal (TPS) para los haitianos que viven en Estados Unidos. Esto parece haber sido lo que desencadenó la carrera hacia la frontera bajo la creencia errónea de que los recién llegados serían elegibles. En realidad, las protecciones temporales se limitaban a los que residían en Estados Unidos antes del 29 de julio, pero la información sobre esa fecha límite no quedó clara para muchos.
Mayorkas lo reconoció esta semana, diciendo que “estamos muy preocupados de que los haitianos que están tomando el camino de la migración irregular estén recibiendo información errónea de que la frontera está abierta”, o que califican para el estatus de protección a pesar de la fecha límite vencida.
Las agencias federales de Estados Unidos siguen resolviendo la crisis de los migrantes en la frontera, permitiendo que algunos -como Gustin Casto- soliciten asilo mientras deportan a otros a Haití y dejan a muchos varados en México, Centroamérica y Colombia.
Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional dijeron el jueves que también estaban “investigando activamente” cómo tantos migrantes haitianos pudieron atravesar rápidamente México hasta Del Río, Texas, sin ser detectados.
En una llamada con los periodistas el jueves, un funcionario del DHS dijo que el departamento ha estado “siguiendo de cerca el movimiento de los migrantes a través del hemisferio.” Sin embargo, “no teníamos ninguna información de inteligencia que sugiriera que íbamos a ver el aumento de los números que vimos en la última semana”, dijo el funcionario.
“Sabían exactamente dónde estaban”
Otros dicen que no se trata tanto de seguir la pista a los emigrantes como de tener las herramientas necesarias para volver a encontrarlos. “Sabían exactamente dónde estaban en todo momento. Lo que ocurre es que no había herramientas para hacerles retroceder en cada país”, dijo un experto en inmigración que trabaja estrechamente con funcionarios estadounidenses en la región.
“Ya que este movimiento lleva años, ¿por qué el gobierno no movilizó más esfuerzos?” para encontrar una solución, agregó el experto, diciendo que tanto la administración de Trump como la de Biden eran culpables.
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