El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló este viernes el contenido de la carta que envió al primer ministro de Israel, Naftali Bennett, para solicitar la extradición de Tomás Zerón, investigador del caso Ayotzinapa y acusado de torturar y de manipular pruebas para crear la versión del caso conocida como la “verdad histórica”.
“Queremos apoyo de Israel porque se trata de una persona que llevó a cabo actos de tortura, de graves violaciones de derechos humanos y estamos seguros que va a actuar de manera consecuente el Gobierno de Israel”, dijo el mandatario durante su conferencia de prensa matutina desde Cuernavaca, municipio del central estado de Morelos.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas, fue el encargado de leer la carta que envió el Gobierno mexicano a Israel el pasado 23 de septiembre sobre el caso Ayotzinapa y que fue recibida el jueves por el Gobierno israelí.
A través del documento, el mandatario mexicano solicitó al primer ministro atención en el proceso de extradición de Zerón, por las denuncias de tortura y manipulación de evidencia en la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa en 2014.
En la misiva, explicó que Zerón operó una “colusión criminal” desde uno de los más altos niveles del orden federal cometiendo delitos el de tortura. Además, detalló que un juez lo imputó, a través de una orden de aprehensión ratificada por Interpol, pero este huyó hacia Israel en agosto de 2019.
“Con atención y el respeto que me merece la República de Israel y sus autoridades me dirijo a usted para solicitarle su valiosa atención en este proceso de extradición que es prioritario para nuestro país”, apuntó la carta.
El mandatario explicó también que se divulgarán este mismo viernes documentos vinculados al caso de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). “No tenemos nada que ocultar”, dijo.
La desaparición de los 43 estudiantes cumplió este domingo siete años, tiempo en el que solo tres de los jóvenes han sido identificados.
Según la polémica versión del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), los 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa fueron detenidos la noche del 26 de septiembre de 2014 por policías corruptos en Iguala (Guerrero) y entregados al cártel Guerreros Unidos, que los asesinó e incineró en el basurero de Cocula y tiró los restos en un río cercano.
Pero este relato, conocido como la “verdad histórica”, fue cuestionado por los familiares y por una investigación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que señaló que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.
El Gobierno de López Obrador reabrió el caso en 2018 y derrumbó definitivamente esta versión al identificar restos no calcinados de dos de los estudiantes en la barranca de la Carnicería, fuera del basurero.
Estas dos identificaciones se suman a la de Alexander Mora, cuyos restos fueron hallados en el río en 2014.
Las familias de los desaparecidos han criticado el desdén que perciben por parte de la Fiscalía y el Ejército para esclarecer lo sucedido.
EFE.