La apertura de la frontera con Venezuela en materia comercial despertó sentimientos encontrados en los habitantes de Cúcuta y el corregimiento La Parada, en Villa del Rosario, quienes desde hace años han añorado que la normalidad regrese al paso internacional.
Por Andrés Carvajal | EL TIEMPO
Aunque las autoridades venezolanas no han precisado los horarios dispuestos para la apertura y para el flujo comercial, quienes viven cerca sostienen que el movimiento de carga se hará en horario nocturno, como se hacía históricamente.
“Esto beneficia mucho a Norte de Santander en materia de reactivación económica, Venezuela siempre ha jugado un rol importante en este sentido, y hoy cuando las finanzas de las empresas en Cúcuta no son las mejores, tener ese mercado en el país vecino es una gran noticia, sobre todo para mejorar las cifras de desempleo y pobreza”, explicó el empresario Jorge Castro.
En reuniones previas, la Gobernación de Norte Santander ha señalado que junto a los principales gremios de la región, ya tienen el protocolo a seguir para cumplir las medidas sanitarias requeridas por el Ministerio de Salud.
Sin embargo, los pequeños comerciantes y vendedores temen que la apertura solo traiga beneficios para las grandes empresas y gremios. En la frontera todos se sienten desamparados y sin una voz que los represente.
“Esa decisión es más de lo mismo, llevan años hablando de abrir fronteras, pero de qué nos sirve que dejen pasar un par de camiones; eso a nosotros no nos beneficia porque a esta frontera la hace es la gente, las personas caminando, las ventas”, dijo Enrique Ortiz, comerciante en La Parada.
Lea más en EL TIEMPO